Broken City

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Los secretos del poder

Broken City es el primer largometraje de Allen Hughes sin su hermano Albert, ambos fueron los realizadores de Desde el Infierno y El Libro de los Secretos, entre otras, y vendría a ser un thriller político que consigue esquivar con bastante cintura algunos clásicos clichés del género pero que lamentablemente posee algunas necias arbitrariedades que terminan por convertirlo en un film que desperdició la oportunidad de explotar al máximo todas sus virtudes.

Con Mark Wahlberg y Russell Crowe como principales estrellas este film nos contará cómo el alcalde de Nueva York Mayor Hostetler contrata a Billy Taggart, un ex policía devenido en detective privado (que en el pasado recibió su ayuda para zafar de la cárcel por un caso de justicia por mano propia), para investigar un supuesto affaire entre su esposa y un misterioso hombre. A medida que Taggart avanza en su cometido una trama de mentiras, corrupción, asesinatos y roscas políticas comenzarán a desarrollarse y a meterlo en varios problemas.

Broken City posee en su haber la intención de desmarcarse de los conocidos clichés que poseen los thrillers políticos. El film no presenta secretos golpes de timón, sorprendentes vueltas de rosca o apariciones extraordinarias de último momento de documentos, videos o archivos sin sustento narrativo. Desde su comienzo se tiran las cartas en la mesa, obviamente que no reparten todo el mazo, pero desde allí se promueve el tradicional juego del "gato y el ratón" sabiendo cuáles son las probabilidades y los ases bajo la manga que posee cada uno de los personajes principales. Sin dudas el no intento de Hostetler de incriminar a Taggart en los crímenes que van sucediendo en la cinta es un claro ejemplo de cómo Hughes no desvía la trama de los detalles brindados en sus primeros minutos con insulsos golpes de efecto.

Lamentablemente las intenciones de Hughes en esquivar algunas falencias clásicas lo hacen caer en escenas carentes de sentido, que parecen haber sido escritas y desarrolladas por un director sin experiencia. Hay varios momentos claros que ejemplifican a la perfección ese desatino, aunque para no extenderme demasiado voy a comentarles el más importante. Se trata de toda la secuencia de persecución donde el personaje del cada vez más sólido Wahlberg recibe varios disparos en su auto, pero luego de un choque que lo deja inconsciente no es ultimado por su acechante. Viendo esa larga escena me surgieron algunas preguntas: ¿Un detective privado de experiencia en el campo y habilidad que investiga un caso que huele muy muy mal no se da cuenta que lo están siguiendo? Luego. ¿Por qué un asesino de comprobada puntería y frialdad, dispara a matar y después de un violento choque que deja inconsciente a su presa no lo mata y sólo le saca una evidencia que era carente de importancia? ¿O sea por qué lo quiso matar antes y cuando lo tuvo "a tiro" no lo hizo? Lamentablemente las respuestas no las encontrarán en Broken City y si bien Hughes no posee 30 películas, conserva en su filmografía más de 12 películas entre cortos, telefilms y largometrajes, algo que demuestra que los errores comentados no deberían haberle ocurrido.

Broken City parece tener todo claro, aunque por momentos se enrede en su propio laberinto con escenas demasiado necias. Más allá de esto la primera película en soledad de Allen Hughes posee en su intento por alejarse de los clásicos clishés del género y en el desarrollo de la historia romántica/laboral entre Alona Tal y Wahlberg sus puntos más altos para salvarse de un regular resultado.