Brick Mansions

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

Para algunos, esta es la última película de Paul Walker (también estaba filmando Rápido y furioso 7 al momento de estrellarse en un auto). Pero también es una nueva muestra de talento de Luc Besson, el a veces director y a veces guionista francés detrás de éxitos como El profesional, Nikita, El quinto elemento, Taxi o El transportador. En Brick Mansions Besson escribe y Camille Delamarre manda desde la silla del director.

Brick Mansions quiere decir "Mansiones de Ladrillo". En el futuro que plantea esta ficción, este es un barrio de Detroit, EE.UU., que ha sido amurallado por la policía y abandonado a su suerte. Pero allí dentro no se están quietos. Los muchachos se han armado como para la Tercera Guerra Mundial y trafican droga con crueldad y arrogancia. El jefe, llamado Tremaine, maneja el negocio a su antojo, salvo por dos piedras que crecen en su zapato. Una es Lino (David Belle), un criminal que no puede amaestrar y al que le secuestra la novia. El otro es Damien (Paul Walker) un policía honesto al que mandan a la boca del lobo a desactivar el cartel.

Vale la pena detenerse un poco más en Lino. Este personaje aporta algunos de los momentos más bellos y emocionantes del filme. El mejor de ellos, sin dudas, es la fuga que protagoniza en el inicio mismo de la película. El actor David Belle es uno de los fundadores del parkour, también conocido como "el arte del desplazamiento", que consiste en utilizar piernas y brazos para desplazarse de manera acrobática y estética entre obstáculos urbanos como paredes, vallas, escaleras, monumentos, etcétera.

En sintonía con eso, Brick Mansions tiene un ritmo imparable, con un despliegue espectacular de cámaras, con peleas y choques ralentizados o acelerados, con planos detalle de monedas, vainas u objetos similares, y constantes tomas aéreas.

Aporta y mucho el elenco de actores secundarios. En el personaje de Tremaine aparece RZA. De buena presencia en cámara, este actor negro es cantante de hip hop en la vida real, y se estrenó como director con El hombre de los puños de hierro, hace poco proyectada en Córdoba. A su mano derecha, RZA tiene a una guerrera sádica y voluptuosa, interpretada por Ayisha Issa, exintegrante del equipo nacional brasileno de ju-jitsu, así como a Robert Maillet, un ex luchador libre de 2,13 metros de altura. Una exótica galería de bandoleros que también entretiene.