Boxeo Constitución

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

A fines de los años ’90 cuando de la crisis social surgió el llamado Nuevo Cine Argentino, el foco se poso sobre una zona olvidada durante mucho tiempo por nuestro séptimo arte, el conurbano bonaerense. Los directores nacidos en esa época lentamente fueron “evolucionando”, y hoy en día nuevamente ya no es tan común encontrarse con historias centradas en las zonas olvidadas al “costado” de la Ciudad de Buenos Aires. Por eso, Boxeo Constitución, documental estrenado esta semana de manera limitada en la sala Artecinema luego de su paso por el BAFICI en su edición de este año, vuelve a poner en escena a estos personajes que la luchan día a día, nunca mejor dicho.
La opera prima de Jacob Weintgartner pone su foco en dos boxeadores jóvenes, los muestra desde sus comienzos, los sigue en su entrenamiento en un gimnasio ubicado bajo la estación de trenes de Constitución y los acompaña hasta la primer subida al ring. El documental pone el acento en mostrar a estos dos jóvenes con sus esperanzas y sueños, la posibilidad de abandonar su “calidad de vida”, la relación con el entorno y sus personajes, y los confronta con la cruda realidad en la cual los sueños no son tan fáciles de cumplir.
La cámara de Weintgartner es una ojo atento, cuidado, casi detallista; no sólo muestra a sus “protagonistas” como boxeadores, sino como luchadores de su vida, los muestra en su día a día; y acá es remarcable que no carga las tintas en ninguno de los dos sentidos, no los muestra con realismo mágico, dando esperanzas de final feliz; pero tampoco se regodea en las miserias, elude los golpes bajos. Simplemente muestra el hecho, tal vez con una mirada algo alejada, pero que le otorga cierta objetividad.
Es fundamental para la conquista del espectador lograr la empatía con los personajes, y en este punto, los dos boxeadores tienen un extraño carisma con la cámara, lo mismo algunos otros secundarios; claro está, no son personajes de ficción, exudan realidad.La película da mucha importancia también a su banda sonora. Andrés Schteingart, conocido como El Remolón, es un músico pionero de la llamada Cumbia Digital, su música es omnipresente en el documental, y funciona a la manera de crear entorno... eso sí, hay que advertir a los que este estilo de música les puede resultar molesta.
Boxeo Constitución quizás no sea un documental remarcable de los estético, lo artístico, y tampoco pareciera buscarlo. Simplemente es un documental sobre historias de vida, vidas que crecieron a los golpes, y a los golpes intentan salir adelante todos los días; el resultado es interesante.