Boda sangrienta

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Terror en serio, pero comicidad al mismo tiempo. Una novia perseguida por la familia del novio, atrapada en un ritual tan chorreante de sangre como nuestro titulo (en inglés es “Ready or not” listo o no) pero realizado y concebido con picardía e ingenio. Todo comienza con una boda familiar, el novio se muestra incómodo con su familia, ella insistió en estar con los suyos, es una hija de padres adoptados y añora pertenecer realmente a un núcleo propio. Por eso banca los gestos de rechazo más que evidentes de parte de esos poderosos que no la aceptan y después la consideraran, simplemente, como carne de cañón. Porque el film es ferozmente gracioso, los perseguidores no son eficientes, ni fríos asesinos, pero aunque cometen errores igual son potencialmente peligrosos y determinados. En el fondo, gente muy rica que hará cualquier cosa para mantener sus privilegios, literalmente. Obvio que la película no es sutil, pero entre la cacería, las armas, los errores  y la sangre derramada se impone la burla y el exceso. La protagonista es vital, Samara Weaving (muy parecida a Margot Robbie) despliega su talento. Va de la  ingenuidad a la ferocidad, de la incredulidad a la peor certeza, de la inocencia a ser de armas tomar. El resultado es un entretenimiento constante, con suspenso, risas, momentos de gore, torpezas siniestras y la acumulación de errores para que esta “familia muy normal” trate, a pesar de todo, de cumplir con el ritual que podrá salvarlos… En el elenco brillan Adam Brody, Andy MacDowell, Melanie Scrofano. Los directores Mat Betinelli-Opin y Tyller Gillett una sociedad artística que no se inhibe ante los desafíos del genero, con los guionistas Guy Busick y Ryan Murphy forman un gran equipo.