Boda sangrienta

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

Una desquiciada costumbre familiar

“Boda sangrienta” (Ready or not, 2019) es un thriller de horror y comedia negra dirigido por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett. Con un guión a cargo de Guy Busick y Ryan Murphy, el reparto incluye a Samara Weaving, Mark O’Brien, Nicky Guadagni, Adam Brody, Melanie Scrofano, Henry Czerny, Andie MacDowell, Elyse Levesque, entre otros. Tuvo su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Fantasía que se realiza en Canadá.

La historia se centra en Grace (Samara Weaving), una joven que se acaba de casar con Alex (Mark O’Brien). En la noche de bodas, Alex le cuenta a Grace que, para que ella sea aceptada en su familia de clase alta, debe realizar una iniciación a través de unos juegos de mesa. Cuando Grace se reúne con los Le Domas, el padre de Alex la incentiva a sacar una carta de una aparentemente impenetrable caja. Para mala suerte de Grace, a ésta le termina tocando el juego de las escondidas, carta que no salía hace 30 años. Sin saberlo en un principio, Grace tendrá que hacer lo posible por no toparse con ningún Le Domas hasta el amanecer, ya que las escondidas en esa mansión no son para nada usuales.

Son pocas las veces en las que a la cartelera llegan películas lo suficientemente originales que, sin tomarse en serio a sí mismas, logran un buen producto cinematográfico mezclando géneros. Este es el caso de “Boda sangrienta”, un filme que entretiene, mantiene la tensión y a la vez consigue hacer reír en sus cortos 95 minutos.

Con un espléndido diseño de la gran mansión donde transcurre casi toda la acción, sumado a un buen uso de la iluminación, este thriller nos presenta a una familia disfuncional que está a un nivel inimaginable de locura. Con pocas y rápidas explicaciones al comienzo del filme sobre por qué los Le Domas se desenvuelven de una forma tan descabellada, el recorrido que atraviesa Grace para intentar sobrevivir es muy atrapante, haciéndonos retorcer de dolor en un par de ocasiones.

A pesar de que ciertas situaciones se notan muy beneficiosas para que la película continúe su curso, y que en el tercer acto algunos personajes cambien de parecer sin razón aparente, es Samara Weaving la que da todo de sí para que nos siga interesando la trama hasta el final. De un panorama feliz y acogedor, Grace pasa en minutos a tener una pesadilla impensada, donde cada Le Domas representa un peligro inminente por su vida. La actriz australiana ya tenía experiencia en filmes de este estilo (hizo “The Babysitter”, una cinta alocada de Netflix), por lo que aquí queda confirmado que el género le sienta a la perfección.

Sumamente bizarra, en especial en su desenlace, “Boda sangrienta” es una opción a tener en cuenta si se quiere pasar un buen rato con amigos. Sin dudas, las particularidades de la familia Le Domas sacarán más de una risa.