Boca Juniors 3D, la película

Crítica de José Tripodero - A Sala Llena

El pasado más reciente de una pasión con historia.

La historia del Club Atlético Boca Juniors es muy rica en muchos deportes pero siempre el fútbol se lleva toda la atención. La materia prima histórica obliga a estar a la altura a cualquiera que emprenda la tarea de hacer un documental sobre el club porque hay más de un siglo de acontecimientos deportivos para hacer foco. El recorte de Boca Juniors 3D: La Película está hecho sobre la etapa moderna, es así que el primero de los episodios retratados es la final de la Copa Libertadores del 2000, un suceso que marcó el regreso internacional de Boca luego de un par de décadas de sequía. El comienzo emotivo y bien fotografiado por Matías Mesa y Sebastián Zayas arranca por el barrio de La Boca a modo de subjetiva en un camino que termina en la Bombonera, el templo mítico xeneize.

El hilo conductor del relato es un memorioso hincha de Boca que da pie a todos los momentos importantes, sin embargo el histrionismo del actor genera un efecto adverso para la propia estrategia conmovedora/ efectista. No hay testimonios que escapen de otros que podemos encontrar en productos del mismo estilo en canales deportivos (no por nada Fox Sports aparece como una de las productoras de esta película) y para peor algunas imágenes, no tan antiguas, aparecen con cierta calidad dudosa. Tratándose de un recorte, es entendible la ausencia de ciertos nombres pero resulta inadmisible que figuras gloriosas de la historia de Boca como Carlos Bianchi, Juan Román Riquelme (solo se tomaron algunas declaraciones de archivo), Sebastián Battaglia (no aparece ni un solo cuadro de este jugador, el más ganador de toda la historia del club), Blas Armando Giunta, el tridente multicampeón colombiano (Bermúdez, Córdoba y Serna), Sergio “Manteca” Martínez (solo mencionado por Alberto Márcico), Alfio Basile y muchos otros, no aparezcan más que por la mención de otros entrevistados. También resulta inexplicable, al menos desde la historia dura del club, que Mauricio Macri tenga tantos minutos en cámara como si se tratara de una figura deportiva de Boca, habiendo sido presidente de la institución en épocas negras y que solo transcendió su nombre por la llegada de Carlos Bianchi; para peor en un momento hasta justifica la contratación de todos los DT que se fueron sin obtener títulos, obviando incluso a algunos como La Volpe, quienes dejaron al club en el peor de los desastres. La no inclusión de periodistas calificados también baja el nivel del documental, ya que los testimonios de algunos de ellos hubieran aportado esa cuota de distancia sobre la pasión y la euforia desmesurada de los hinchas y los que vistieron la casaca azul y oro.

Las breves apariciones de viejas glorias como Silvio Marzolini, Rubén “Chapa” Suñé y Antonio Rattín, este último con anécdotas más propias de otro club, tratan de revestir una falsa amplitud de registro sobre la historia de Boca, que tan solo se queda en un intento flojo. Boca Juniors 3D: La Película (formato injustificado por lo que se ve durante las casi dos horas) no cumple satisfactoriamente en proporción a una historia rica en sucesos, y solo parece conformarse con el registro de los últimos veinte años. Es un documental que puede resultar nostálgico para los que vivieron la etapa dorada de Bianchi, de historia reciente para los adolescentes y algo injusto para los mayores que experimentaron gran parte del siglo -y monedas- del Club Atlético Boca Juniors. Un producto agridulce para los hinchas más exigentes.