Blancanieves y el cazador

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Blanca Nieves y el cazador es una de las producciones más logradas que brindó el cine con este ícono de los cuentos de hadas.
El film es interesante porque en este caso el relato fue adaptado dentro del género de aventuras fantásticas que evoca a grandes películas del pasado como Leyenda (Ridley Scott) y Willow (Ron Howard) y al mismo tiempo mantiene los elementos clásicos de la historia e incorpora otros que siempre fueron ignorados.
Un ejemplo de esto es el personaje del cazador contratado para asesinar a la protagonista (que formaba parte de la versión original de los hermanos Grimm) y por lo general siempre lo dejaban afuera en Hollywood.
La película representa la ópera prima de Rupert Sanders quien opacó por completo la reciente interpretación de Blanca Nieves que pudimos ver en Espejito, espejito.
Comparado con esto el film de Julia Roberts parece un piloto fallido de televisión de los años ´90.
El trabajo de Sanders se destaca principalmente por la tremenda puesta en escena que crearon para ambientar la historia.
Blanca Nieves y el cazador combina a la perfección los paisajes naturales de Inglaterra con un uso medido y equilibrado de los efectos digitales.
En este caso las criaturas fantásticas como el troll que aparece en una escena o el reino de las hadas se ven totalmente reales y no te distrae es exceso de efectos especiales mal realizados como ocurre con otros filmes.
La película parece haber sido encarada con la premisa de “Blanca Nieves narrada al estilo de Ridley Scott”, un artista que claramente influenció al director Sanders.
De hecho, en la gran batalla con la que termina la historia en un momento falta que aparezca Russell Crowe y es Robin Hood 2.
Resulta agradable ver a Kristen Stewart interpretar a una heroína en serio con sangre en las venas que es la antítesis de la mormona ultraconservadora Bella Swan, de la saga Crepúsculo, que vive únicamente para ser rescatada por un tipo.
Esta Blanca Nieves guerrera tiene una postura menos pasiva ante la vida y eso la diferencia también de otras interpretaciones que se hicieron del personaje en el pasado.
Chris Hemsworth hace un trabajo decente con el cazador para el rol que tiene en la historia, pero la verdadera estrella del reparto es Charlize Theron.
En parte también porque le tocó el mejor personaje que es el de Ravenna, la reina malvada.
Lo atractivo de Ravenna es que Theron no la encaró como una villana acartonada sino que la convirtió en una auténtica psicópata con serios problemas mentales.
En este film la reina es una figura trágica y hasta termina por dar lástima pese a todas las cosas terribles que hace.
El punto más débil de este estreno pasa por algunas cuestiones del guión. Creo a la historia le faltó trabajo en el campo del humor y el romance.
Los enanos están muy desaprovechados y podrían haber servido para descomprimir un poco más el drama como hizo Simon Pegg en Misión Imposible 4.
Sobre todo por las figuras de lujo que reunieron como Bob Hoskins, Ray Winstone, Nick Frost y Toby Jones, que podrían haber aportado muchísimo más.
En las cuestiones románticas no sé si la idea es hacer una secuela, pero la trama construye un triángulo amoroso que luego queda completamente en el limbo como si no hubiera ocurrido nada. La verdad que no terminé de entender que quisieron hacer con eso.
Más allá de estas cuestiones puntuales, en términos generales la película es muy entretenida y no va defraudar a ningún amante fanático de la fantasía.