Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)

Crítica de Gastón Navarro - El Lado G

Estamos en la vida de Riggan Thomson (Michael Keaton) un actor que no vive con todos los lujos que viven las grandes celebridades, pese a que él fue Birdman. Birdman, el héroe sensación del cine en los 90´ está acabado y en pocos días deberá afrontar una oportunidad para re-lanzar su carrera y volver a hacer una estrella de Hollywood, nada menos que en Broadway uno de los teatros más importantes de New York.

La obra y la actuación es pésima, al mejor estilo Sandy Lyle (Philip Seymour Hoffman) en “Mi Novia Polly” Thomson cree que no consigue un actor de nivel para compartir la obra con él y para completar tiene al personaje de Birdman comiéndole la cabeza entonces, la obra no podía ser cancelada y Riggan debería triunfar como sea.

Así es como consiguen al actor de nivel, Mike Shiner (Edward Norton) está disponible y no solo está disponible sino que se sabe los diálogos de toda la obra, así que en la “primer entrevista” entre Shiner y Thomson deciden actuar de una y la obra comienza a tomar un tono más profesional, todo parece perfecto.

El pre-estreno venía de diez, hasta el momento de ingresar en acción para Thomson, ahí descubre que Shiner está bebiendo alcohol de verdad y no “agua” como debería ser, así que en plena improvisación el actor dice sus lineas mientras cambia la botella de alcohol por la de agua, grave error. Shiner vuelve a beber y descubre lo peor. No tiene problemas en putearlo delante de todo el público de Broadway por la estupidez de Thomson. El telón se baja y la obra es una incógnita.

Birdman vuelve a hacer de las suyas y Thomson quiere que despidan a Shine, a lo que su productor (Zach Galifianakis) le explica que es imposible, el actor es querido por el público y su talento traerá mucha ganancia a la obra.

Así es como debe luchar el actor que simplemente protagonizó una franquicia de películas de superhéroes para interpretar “What We Talk About When We Talk About Love” de Raymond Carver y demostrar a todo el mundo que no es simplemente un actor olvidado. Mientras Thomson decide arreglar su vida, tratar de recuperar a su familia, luchar contra Birdman y contra él mismo la obra se estrenaría en tan sólo algunos días. No queda otra, pese a que era un arrogante infumable Mike Shiner tenía talento y lo iba a necesitar en la obra. Las cosas se “arreglaron” y siguieron trabajando adelante.

La obra pasa un pre-estreno aceptable en el que Thomson se ve afectado por quedarse afuera del teatro de una manera increíble a lo que recurre a dar toda la vuelta por New York pasando por Times Square para ingresar a la obra por la puerta de adelante con un vestuario bastante llamativo.

A horas del estreno de su vida, su vida sigue siendo una mierda. Thomson decide liberar a su ego (Birdman) y en una noche de alcohol comienza la locura extrema.

Podemos decir que el día del estreno de “What We Talk About When We Talk About Love” Riggan se transformó completamente en Birdman. El monstruo está suelto y se dirige con una resaca terrible para el teatro a dar la mejor actuación que hayan visto.

La obra es un éxito total y Riggan Thomson obtiene una de las mejores críticas por parte de los especialistas del NY Times, el diario que te consigue la buena reputación o te manda directamente al infierno. Thomson lo hizo una vez más, lo tenía todo preparado, siempre supo lo que iba a pasar, aunque el precio fue muy caro.

“Birdman” de Alejandro González Iñárritu es una belleza de película. Con un estilo de filmación único y poco visto en el cine, una banda sonora ideal para viajar con la trama (no piensen que estan viendo “Whiplash”) y un reparto en el que resaltan obviamente las actuaciones de Michael Keaton y una sublime tarea de Edward Norton con su aire de frescura y calidad, pueden llevar a Birdman a arrasar con los Oscars.