Bichos criollos

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Aquellos Rojos de La Paternal

Para los fanáticos del fútbol, su equipo siempre es el de sus amores. Pero en el caso de la Asociación Atlética Argentinos Juniors, de la Paternal, todo parece ir más allá. Porque según coinciden la mayoría de los entrevistados, el club está arraigado y pertenece a la identidad de los vecinos. "Es un grande entre los chicos y un chico entre los grandes", dice a cámara uno de los hombres de la A.A.A.J.

El club se fundó el 23 de abril de 1940, luego de un amistoso entre Los mártires de Chicago y el Sol de la Victoria, como ambos eran simpatizantes de socialistas y anarquistas, decidieron que la camiseta se tiñera de color rojo y así quedó.

"Bichos criollos" está dedicado a los padres del director (Diego Lombardi) y el productor (Víctor Tujschinaider) pero también al barrio, en el que nadie se pierde un partido y todos juegan a la pelota.

LOS CEBOLLITAS

Argentinos supo ser el semillero de los "cebollitas", al que perteneció Maradona y es emocionante observar la mirada del "10" cuando ve en letras enormes su nombre, como identificación del estadio del que hoy, todos se sienten orgullosos y está ubicado en Juan A. García y Boyacá, en el barrio de La Paternal.

Es precisamente en el campo de juego en que la cámara de Lombardi entrevista Juan Pablo Sorín, Esteban Cambiasso, Chiche Sosa (marido de la actriz Marta González), Adrián Domenech, José Pekerman o Claudio Borghi.

Pero el documental no hubiera sido posible si el "10" no accedía a ser filmado en la cancha y luego de varios meses el director consiguió a ese hombre, que confiesa que en su niñez sus hermanas le juntaban las monedas para el viaje de Fiorito a Palermo o La Paternal, para ir al entrenamiento. Su descubridor, el ya fallecido Francisco Cornejo dice que apenas lo vio jugar se dijo: "Este pibe es distinto, que le voy a enseñar a un genio".

Cornejo fue quizás, el Pep Guardiola para Maradona, pero la diferencia es que el "10" se hizo en el campo de juego, no contó como Messi, con el "laboratorio" de preparación del Barcelona.

La voz del locutor Gabriel Schultz va guiando al espectador y contando la historia del club que tiene hoy su propio museo, su sede deportiva y se mueve al ritmo no sólo de sus vecinos, sino de los cientos y cientos de admiradores de la Argentina y el extranjero.

El documental de Diego Lombardi está estupendamente registrado: fotos de una y otra época, de un Maradona chico y quienes recuerdan esa época como clave en su formación. La emoción del barrio, de su comunidad, todo está registrado por la cámara y a través de las opiniones de unos y otros, se palpita a cada instante -de este filme que además es entretenido, divertido- la nostalgia de un pasado, que sembró un buen camino para el presente de Argentinos Juniors.