Bernarda es la patría

Crítica de Mishell Patiño - Metafilmika

El arte por el arte
Historia, política, sociedad, teatro y cine se fusionan en un solo discurso a través de las palabras, dentro y fuera del escenario, para festejar la otredad y así al ser humano.
En Bernarda es la patria (2020), se deconstruye el binario de género a partir de Lorca y de los movimientos culturales del underground de Buenos Aires durante los 80’. Una película celebratoria, a modo de homenaje, de memoria urbana, de comedia desopilante que transita los sinsabores y las alegrías de la vanguardia cómica argentina.
Diego Schipani (Director y co-guionista) usa la dramatización de un montaje de la obra de teatro La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, para adentrarnos al tema y al ser retratado como detrás de escena podemos ver juntas las dos facetas del performance. Esto permite el uso de planos cerrados para exhibir las emociones, sin dejar de lado las tomas abiertas para recordar el objeto de estudio. La fotografía (con juegos entre luces y sombras para las escenas en el teatro y minimalista para lo que sucede fuera de este) sirven de transición entre ambas realidades.
Willy Lemos impresiona y atrapa con su talento y valentía al mostrar más allá de los hechos concretos que narra, la vulnerabilidad de un ser humano y un artista. Aunque la película no profundiza en otros subtemas que se mencionan, posee un componente de naturalidad que juega a favor.
"Un interesante juego con la ficción para contar la verdad,
que atrae y complace a su audiencia."