Berberian sound studio

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

El pánico tiene sus sonidos

Peter Strickland, consigue un thriller de un inusual atractivo, en el que mezcla recursos del humor negro y del absurdo, para homenajar a uno de los maestros del cine de terror italiano, el director y guionista Darío Argento, el creador de "Suspiria".

Algunos de los secretos de cómo se manipula al espectador a través del sonido de una película de terror, son revelados en este interesante thriller psicológico, que ganó el premio a la mejor película en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), de 2013.

"Berberian Sound Studio" propone un misterioso relato, cuyo entramado de escenas terminan atrapando desde el primer instante, a través de una historia que sigue los pasos de Gilderoy (Toby Jones) un técnico de sonido inglés, que viaja a un conocido estudio de grabación de Roma con el fin de elaborar la banda sonora de la nueva película de un realizador italiano llamado Giancarlo Santino (Antonio Mancino).

UNA SORPRESA

La sorpresa del especialista inglés, cuando llega a Italia, es que por primera vez va a musicalizar un filme de terror y sexo clase B, lo que termina provocando en él un estado de extraña inquietud, que por momentos lo lleva a confundir la realidad con la ficción.

A medida que avanzan los días Gilderoy se siente más perturbado, no solo por el maltrato que recibe por parte de la recepcionista, Elena (Tonia Sotiropoulou), quien se niega a pagarle su boleto de avión sino también por Francesco (Cosimo Fusco), el impaciente productor.

La película del inglés Peter Strickland va a despertar interés en los amantes de las muchas curiosidades que ofrece el cine, porque en esta historia, a través del trabajo de Gilderoy y de sus peripecias para crear una banda sonora que no es demasiado de su agrado, se muestra la trastienda de los efectos especiales.

SECRETO REVELADO

En esa desmitificación de cómo se crean los distintos sonidos de un filme de terror, el espectador puede observar cómo la manipulación de una planta de rabanitos, es capaz de provocar el efecto de arrancarle la cabellera a una mujer. O como el partir sandías mediante un certero golpe de martillo, puede despertar escalofríos por el efecto que se logra. Estos trucos mostrados a la cámara, resultan de un pintoresco interés, porque a nadie se le ocurriría pensar que zapallitos y repollos, o el sonido de freír carne en una sartén, pudieran transmitir sensaciones inquietantes.

Peter Strickland, consigue un thriller de un inusual atractivo, en el que mezcla recursos del humor negro y del absurdo, para homenajar a uno de los maestros del cine de terror italiano, el director y guionista Darío Argento, el creador de "Suspiria".

Con logrados climas de suspenso que se sostienen a través del empleo de la luz y los ángulos de cámara, sumado a las muy logradas actuaciones de Toby Jones, Giancarlo Santino, o Tonia Sotiropoulou, es un filme que se ubica dentro del género de terror, contado con originales recursos de guión y de puesta en escena.