Belmonte

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

El realizador uruguayo Federico Veiroj (“El apóstata”, “Acné”, “La vida útil”) muestra a un antihéroe muy particular, un hombre exitoso para los demás, que es un pintor de buena venta, pero que transita su vida con extrañamiento, incómodo, inadaptable, rebelde. Un ser entendible pero por momentos patético, en otros querible, un hombre confundido que transita como puede su relación con su hija, trata de comprender a su padre, pero a veces no puede escaparle a ese sentimiento de ser indiferente al mundo. Sin embargo ese personaje interpretado por Gonzalo Delgado, con un aire al actor francés legendario, tiene un encanto particular. Vive siempre de manera distinta a lo que rige la sociedad, a los deseos de su ex esposa. El director maneja con fluidez a esos personajes que nunca se sienten plenos, pero que luchan por vivir a su propio estilo. Una mirada logrado sobre un solitario sin remedio que se tiene que bancar su condición de ser inteligente, poseedor de cierto humor particular pero condenado a no estar relajado nunca.