Bella addormentata

Crítica de Carolina Taffoni - La Capital

Entre la vida y la muerte

Hace cuatro años, un caso de “muerte digna” dividió a Italia. Fue el caso de Eluana Englaro, una joven que permaneció 17 años en estado vegetativo hasta que su padre pidió la interrupción del suministro de alimento. En ese momento se abrió un debate que cruzó a toda la sociedad y llegó hasta las altas esferas del gobierno. Con este disparador, el veterano director italiano Marco Bellocchio (“El diablo en el cuerpo”, “Vincere”) construyó una película coral que mediante tres historias diferentes indaga en los dilemas morales, religiosos y políticos que aparecen en el límite entre la vida y la muerte. “Bella addormentata” se sostiene en un fino clima de tensión que se va tejiendo a través de las dudas y las ambigüedades que definen a sus protagonistas, y se distancia del drama para bucear en las aguas del cine más social y político. Más allá de su fuerte perfil ideológico, Bellocchio no juzga a sus personajes, como si tratara de comprender sus motivaciones, y al mismo tiempo ensaya una reflexión sobre la Italia “cínica y depresiva” de Berlusconi, como expone el personaje central del senador oficialista. Es cierto que la película pierde algo de intensidad en su esquema coral, y que el director no llega a cortar hasta el hueso como en otras oportunidades, pero estamos ante un cine riguroso y valiente que en la cartelera local, en los tiempos que corren, es toda una rareza.