Belfast

Crítica de Soledad Colina - CineFreaks

Retrato autobiográfico de la tumultuosa Irlanda del Norte en los 60’s.

Buddy (Jude Hill, notable para su corta edad), es un niño de nueve años cuyos mayores intereses parecen ser jugar al fútbol, intentar ganar el cariño de una compañerita del colegio o de asistir con su amorosa familia al cine para disfrutar de los estrenos semanales. Pero fuera de su mundo cotidiano que parece ideal, en las calles de su barrio se libran constantes y violentas luchas antirreligiosas y sectarias (de parte de integrantes de sectores protestantes hacía las familias católicas).

Para quien no lo sepa o recuerde, Belfast es la capital de Irlanda del Norte y donde el actor y en esta ocasión director Kenneth Branagh nació y se crió. De ahí que su película Belfast tiene mucho de retrato autobiográfico. Para llevarlo a cabo el director se apoya narrativamente en el concepto cinematográfico “coming of age” y claramente Buddy es un alter ego del mismo Branagh, de sus tempranas vivencias en su pueblo natal.

Ma (Caitriona Balfe), madre del niño y de quién nunca sabremos su nombre real, es quien intenta llevar adelante el hogar, a pesar de las difíciles circunstancias sociales que se producen en la región donde habitan. Su esposo, Pa (Jamie Dornan) posee un intenso trabajo en Inglaterra, por lo que cada vez que regresa al hogar trata de recuperar el tiempo perdido y relacionarse con su hijo Buddy y su hermano. Los abuelos del niño (Judi Dench y Ciarán Hinds) son quien más lo animan a ser sólo un niño y disfrutar de la plenitud de su edad.

Contada en episodios, Belfast es una historia con toques dramáticos, pero con momentos muy acertados y llenos de emoción, como los que viven toda la familia en sus visitas a la sala de cine local. Casualmente igual que otra película sobre la infancia y sus experiencias –Roma (2018), dirigida por el realizador mexicano Alfonso Cuarón-, Belfast está filmada en un detallista blanco y negro, y ambas refieren a un lugar geográfico.

Las imágenes, muchas de ellas de una poética absoluta y bien alejadas de los violentos ataques que se van reflejando en el lugar, están magistralmente acompañadas por la música de Van Morrison, quien comenzó su carrera como cantante en aquellos tumultuosos años 60’.

Branagh toma la decisión de alejarse de un tipo de discurso político, por lo que su historia es tratada desde la mera observación y con un fuerte espíritu de nostalgia y melancolía por un tiempo pasado que ya no volverá.

Belfast está nominada en las categorías más importantes en la próxima edición de los premios Oscar 2022: Mejor película, director, guión original, actor y actriz de reparto (Ciarán Hinds y Judi Dench), entre otras.

A través de los ojos de un niño podemos apreciar lo importante que resulta la educación y la familia en la formación de una persona, más allá de las duras circunstancias que lo rodean y de quizás tener que afrontar un exilio en el futuro. Es Buddy sólo un pequeño que sueña en la oscura sala de un viejo cine inglés, así como también lo hacía en el pasado el director Kenneth Branagh.