Belfast

Crítica de Felipe Benedetti - Sin Intervalos

“BELFAST'' es una de las fuertes candidatas a los premios Oscar de este año. Con 7 nominaciones (entre ellas mejor director, película y guion) su realizador Kenneth Branagh nos presenta una obra sobre su infancia en Belfast, Inglaterra. Será un niño de 9 años que vive una serie de revueltas que ponen en duda la paz en la ciudad.

El objetivo era hacer una cinta introspectiva que nos cuente la infancia de su director. Se nota el cariño que hay en la película donde todo es visto desde un ojo nostálgico. Pero la nostalgia y el cariño no bastan para hacer cine. El cine, así como una novela, es una narración. Todo el esfuerzo debe estar puesto en hacer que la misma tenga una estructura determinada, para así lograr que el espectador disfrute la experiencia al máximo. Por supuesto esto no indica que, si o si tiene que haber acción o un drama muy intenso, sino que debe ser una historia donde cada detalle cuente y forme parte de un todo. BELFAST no hace un buen manejo de la información, muestra escenas que tienen un gran valor emocional pero que podrían ser extraídas de la película y el resultado sería el mismo. Por momentos parece un conjunto de anécdotas aisladas pegadas entre sí.

Sin embargo, es claro el apego hacia lo que cuenta, sobre todo en su aspecto fotográfico. Tiene un blanco y negro muy logrado qué complace a cualquiera amante de la fotografía. Además, los encuadres son increíbles. Con una gran belleza en las composiciones, muchos planos podrían ser hermosos cuadros para colgar en una habitación. Pero esto no se trata de obtener el cuadro más bello, sino hacer que las imágenes tengan significado con respecto a lo que se narra, y es algo que se le dificulta mucho a la cinta.

Hay, sin embargo, destellos de lo que podría haber sido un gran filme. Cuando se escogen esas escenas que verdaderamente aportan algo a lo que se quiere contar y cuando la trama finalmente decide avanzar hacia un rumbo determinado, todo se torna más interesante. Son altibajos, por momentos avanza y por momentos se queda estancada en el tiempo sin mucho que contar. Estos pequeños momentos, sobre todo a partir de su último acto, son los que conmovieron a muchos espectadores.

“BELFAST” podría haber tenido un resultado todavía mejor. Una buena fotografía y una clara nostalgia hacia cierta época y lugar son factores que suman a la potencia narrativa de una obra. Pero si no logramos que aporten algo más a una historia, todo ese esfuerzo resulta en vano. Más allá de todo, vale la pena el retrato que hace de los personajes y su historia de vida. Deja una historia que puede gustar a algunos y a otros no, pero se presenta como fuerte candidata en esta temporada de premios.

Por Felipe Benedetti