Baywatch: Guardianes de la bahia

Crítica de María Gabriela Losino - Cine y más...

Hay una tendencia de adaptar series televisivas que no eran precisamente comedias, en largometrajes que sí lo son. Así fue con “Starsky y Hutch” (2004), “Los Dukes de Hazzard” (2005), “Comando Especial” (2012 y 2014) y la reciente “CHIPS” (2017); en algunos casos la fórmula funciona, pero en otros no.

“Baywatch: Guardianes de la Bahía” se suma a la lista. Esta versión cinematográfica de la exitosa serie de los ’90, creada por Michael Berk, Gregory J. Bonann y Douglas Schwartz, que tuvo 11 temporadas, un fallido spin-off (“Baywatch Nights”) y dos películas para televisión, el tono paródico logra su cometido (seamos sinceros, éste es el objetivo… no esperen una obra de Shakespeare).

Bajo la dirección de Seth Gordon (“Quiero Matar a Mi Jefe”), Dwayne “La Roca” Johnson se pone en la piel del Teniente Mitch Buchannon, mítico personaje interpretado por David Hasselhoff, quien se había cargado la serie al hombro y logró que permaneciera al aire entre los años 1989 y 2001.

Buchannon es el líder de un equipo “de elite” de guardavidas en Emerald City Bay, integrado por Stephanie Holden (Ilfenesh Hadera) y CJ Parker (Kelly Rohrbach). El grupo se encuentra realizando las pruebas para incorporar nuevos reclutas, quienes terminan siendo Summer Quinn (Alexandra Daddario) y el impresentable Ronnie (Jon Bass). En medio de las pruebas hace su aparición Matt Brody (Zac Efron), un ex nadador que fue ganador de dos medallas olímpicas y bastante fanfarrón pero caído en desgracia.

A pesar de tener personalidades opuestas, Mitch y el joven al que “The Rock” le pone varios apodos muy pero muy divertidos, deciden trabajar juntos y sobrepasar los límites de su trabajo (o sea, actuar como investigadores/policías) tras descubrir un plan criminal que pone en peligro el futuro de la bahía con drogas y asesinato. Todo a cargo de la malvada empresaria Victoria Leeds (la desastroza actriz india Priyanka Chopra, conocida por su trabajo en la serie “Quantico”).

Mucha piel, pectorales y abdominales bien marcados, pero también bastantes escenas entretenidas en esta comedia que, a pesar de un argumento que no tiene mucho desarrollo, tiene algunas secuencias de acción muy bien logradas. Podrá gustarles cierto humor vulgar o no pero lo cierto es que la idea es no tomarse muy en serio lo estamos viendo y pasar un buen rato.