Batman

Crítica de Ignacio Dunand - El Destape

El capítulo más lúgubre y electrizante desde El Caballero de la Noche

La llegada de Matt Reeves (director de la destacada trilogía de El Planeta de los Simios) al universo de Batman es un acierto total. Son casi 3 horas de aventura épica, villanos desquiciados y violencia que recupera la esencia de los cómics, algo que había perdido la franquicia.

El Caballero de la Noche fue el punto más alto de Batman en su larga historia de adaptaciones al cine y la televisión. La cinta de Christopher Nolan calló la boca de los críticos necios que detestan el cine de súper héroes, demostrándoles que los consumos populares también pueden ser obras maestras excelentes. Matt Reeves (director de la destacada trilogía El Planeta de los Simios) tuvo la difícil tarea de igualar/superar el trabajo de Nolan en su debut dentro de la franquicia. El resultado es un filme noir electrizante. Los lectores de Batman pueden estar tranquilos: esta épica aventura respeta la estética de los cómics a la par que propone un viaje lleno de violencia y villanos desquiciados.

Si el Batman de Nolan era tétrico y lúgubre, el de Reeves penetra en las tinieblas y está aún más atormentado por su retorcido pasado familiar. Un héroe capaz de internarse en niveles aterradores de su psiquis destruida, que lo llevan a actuar motivado por la venganza. Partiendo de estos rasgos característicos del personaje, la película está construida bajo las reglas de los policiales negros, con claras influencias al cine de David Fincher (Seven, Zodíaco), donde el justiciero se alía con la Policía (un organismo podrido en Ciudad Gótica a pesar de nobles excepciones, como el comisionado James Gordon) para terminar con la matanza de El acertijo (Paul Dano). Si bien Dano logra un buen trabajo como villano central, queda opacado por la brillante composición de Colin Farrell como El Pingüino, uno de los archi enemigos más siniestros de Batman.

Pese a quienes la critican por excesivamente larga (una realidad pues son casi tres horas de película) Batman no da tregua en ninguna escena, ofreciendo un combo de acción desenfrenada y calidad visual que marca un precedente en la historia fílmica del encapuchado y entretiene. Reeves propone un camino de corte introspectivo, con un Batman que está aprendiendo el rol de héroe en una ciudad corrupta y como puede usar su ira para lograr el bien común, que no solo esté enmarcado en su tragedia personal. A la vez, Robert Pattinson es el Bruce Wayne/Batman más humano y menos caricaturizado de la saga, sin perder la chispa violenta de los cómics.

Batman es todo lo que los fans de DC deseaban, y mucho más. Tiene increíbles personajes para seguir desarrollando, una energía apocalíptica y desesperanzadora que llama positivamente la atención y un director que sabe muy bien las normas del blockbuster moderno. Un éxito que seguro arrasará con la venta de entradas. Un plus: atentos a una escena muy corta del filme, un guiño a Batman Forever y a la (¿pronta?) vuelta de un villano familiar otrora en la piel de Tommy Lee Jones.