Batman

Crítica de Csaba Herke - Leedor.com

Batman, un análisis alternativo
Hay veces que, cuando se está escribiendo sobre un film, los recuerdos traicionan al crítico. Muchas veces esos ocultamientos funcionan como los sueños: no son lo que parecen ser.

Habría que tener más tiempo, cosa que la actividad de prensa muchas veces no da, para asentar un film y hacer re-descubrimientos.

Mi mejor herramienta siempre fue conversar (en este caso con mi amigo Apo) sobre el tema que se está analizando. Incluso cuando estudiaba, una manera de incorporar los conocimientos era charlarlo con alguien, conversar, por algo era una exigencia de la antigua filosofía, la conversación.

Hay una escena en esta última Batman que me molestó desde que la vi, pero en la nota principal publicada sobre la pelicula, obvié. Quizás por el rumbo que tomó el escrito. Sin embargo, de la misma manera que Copérnico al poner el sol en el centro de la galaxia no sólo se acerca a un modelo más real que el de Ptolomeo sino que al mismo tiempo simplifica y encaja piezas que eran de difícil explicación en el antiguo modelo. Los empiristas siguieron estas ideas, tanto Bacon como Occam pensaban que la realidad mundana no estaba oculta, que nosotros con nuestra especulaciones la complicamos. Cuando las piezas se ponen en orden todo es maravillosamente sencillo

La escena en cuestión es breve pero reveladora, el joven Bruce se saca la camisa y nos muestra su torso atrofiado por el ejercicio pero también una laceración, una escara, a la manera de lo que se suele ver en tantos filmes, las heridas que dejan el corte de las alas de un ángel.

La primera vez que leí sobre un ángel que aterriza y consiguientemente perdía sus alas fue en manos de Bukowski, lo común era que un “ser” debía ganar sus alas como ángel como en Qué bello es vivir (It’s a Wonderful Life, Frank Capra, E.E.U.U.,1946).

Las Alas del deseo (Der Himmel über Berlin, Wim Wender, RFA, 1987) cuenta sobre ángeles que se cortan las alas para vivir como humanos, (la “cosa” es un poco más complicada y tiene ribetes políticos, pero para el caso está bien)

Desde el cómic y su alianza con el cine, nos llegaron una infinidad de ángeles, demonios, universos sobrenaturales, algunos de corte evangelista, otros católicos apostólicos romanos, la pantalla se llenó de alas rotas, hasta que de la mano de Jerry Bruckheimer, llegó al streaming, basado en un comic de DC escrito por Neil Gaiman, un Lucifer acorde a los días que corren, con dudas y que se psicoanaliza, se enamora y en realidad está muy enojado con el padre.

Mientras tanto, Matt Reeves se dedicó a cerrar la trilogía de la última versión de El Planeta de los simios, confrontación y guerra (Dawn of the Planet of the Apes y War for the Planet of the Apes, Matt Reeves, EEUU, 2014 y 2017) dándole un giro mesiánico, Cesar se convierte en una suerte de Moisés que lleva los simios a la tierra prometida.

Esta idea es fundamental para sostener la otra: que el Batman de Reeves, acomodado a la época sin lugar a dudas, en realidad es un ángel caído, entonces el rojo que tiñe todo el film, es el rojo del infierno, su teatral ascenso sobre las ruinas con el cuerpo del niño, frente a un cielo rojo, es una imagen bíblica, ¿es el hijo preguntando al padre por qué? ¿es Abraham con el hijo?

También cuando guia en la oscuridad del estadio a las personas con su candela roja ¿es del infierno que los está sacando? ¿es de Dante la cita? La polisemia devora la afirmación pero con esta clave se puede decir que todo el film tiene un carácter bíblico. Batman es un Lúcifer a la carte, sin el sharm del Lucifer de Neil Gaiman; pero que anhela a su padre, que quiere volver con Él pero que su enojo todavía es demasiado grande, con esta clave también se puede explicar que el neogótico de la casa paterna (el padre ausente) se refiere no sólo obviamente a Ciudad Gótica, y cierto gusto neoliberal americano, sino que así cobra también un sentido religioso junto a una necesaria referencia Estética: el gótico es, como lo fue para los románticos y en particular para los prerrafaelitas el momento de la verdadera fe, perdida en el pasado, debido a las necesidades temporales que todo lo corrompen (mafia en este caso).

Así también las mujeres del film pueden ser vistas desde lo bíblico, la alcaldesa una transposición de María (madre) y Gtúbela de Magdalena, Batman, como un Lucifer laico, reina el mundo de los hombres impartiendo castigos, poniendo orden en el caos, cosa en definitiva imposible porque el mundo, en fin es el infierno.

Lo único que queda ahora es ver, si ésta u otras suposiciones se confirman en las próximas entregas o, por qué no, crean otras nuevas.