Batman vs Superman

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Perdón Gal Gadot.
Prometo no volver a escribir que eras la Mujer Maravilla anémica de DC. Me tapaste la boca en este rol y Diana Prince está en muy buenas manos.
No es el modo más elegante de comenzar esta reseña pero necesitaba expresar esto porque la verdad que la más grande heroína de la historieta (junto con Miss Marvel) es una de las cosas que más me gustaron de este estreno.
Disfruté de esta película en el cine y creo que en términos generales es una propuesta pochoclera decente. Sin embargo, luego de unas horas de digerir el film me pasó algo muy particular.
Me di cuenta que Batman Vs. Superman me gustó más por las cosas que puede llegar a ofrecer el universo DC en los próximos años que por la película concreta que ofrece Zack Snyder.
Me hubiera encantado ver un film que trasladara en la pantalla grande una fiesta comiquera como es el cómic Superman/Batman pero me encontré con un trailer extendido de dos horas y media del próximo film de la Liga de la Justicia.
Esta producción sigue el perfil de realismo extremo que había tenido Man of Steel donde todas y cada una de las situaciones son solemnes, dramáticas y depresivas.
Por momentos inclusive se me hizo algo aburrida la historia.
Me parece noble la idea que los realizadores intentaran encarar con más profundidad a los personajes, pero con el tratamiento de Superman creo que Zack Snyder fue demasiado lejos.
Al menos que el director cambie un poco el perfil del Hombre de Acero en la futura película de la Liga, el superhéroe está destinado a ser completamente opacado por la Mujer Maravilla y Aquaman.
La verdad es que en la pantalla grande hoy Superman es una piedra.
Snyder lo convirtió en un personaje insulso, frío y desapasionado que no transmite nada y se aleja de las cualidades naturales del héroe de la historieta.
En esta misma película Batman te saca unas cuantas sonrisas, Aquaman aparece 10 segundos y lo querés ver en acción, la Mujer Maravilla te emociona cuando se incorpora en el conflicto.
El Superman Pantriste de Snyder es un héroe desangelado y denso que nunca termina de enamorar.
El problema no es Henry Cavill, que es un buen actor y tiene el look perfecto para el rol, sino la manera en que está escrito el personaje.
Superman necesita volver a la luz y demostrar por qué es el más grande superhéroe de DC y el líder de la Liga de la Justicia.
Tampoco pido que transformen al Hombre de Acero en la Garrapata de Patrick Warburton o que el héroe se dedique a bajar gatitos de un árbol.
No quiero volver al Superman de Brandon Routh que resolvía conflictos de bienes raíces, pero esto que presenta Snyder no es el personaje que yo disfruté por años en el cómic.
El Superman de Cavill aburre y necesita ser encarado con un poco más de onda.
Con respecto a las nuevas incorporaciones, Ben Affleck brindó una interpretación digna de Batman que supo estar a la altura de las circunstancias.
No creo que sea ni por asomo el mejor hombre murciélago del cine (el tiempo se encargará de confirmarlo), pero no encuentro motivos sólidos para desmerecer el trabajo que hizo. Disfruté al actor en este film.
El Bruce Wayne de Affleck tal vez carece de la intensidad que tenía la versión de Christian Bale, pero al menos presenta un personaje que uno puede reconocer en el cine. La representación de Batman tal vez es algo más polémica.
Por momentos el Batman-Rambo de esta película está más cerca de El Fantasma de Lee Falk que el héroe tradicional de DC. Me hizo ruido que el personaje mate tantos villanos sin inmutarse, cuando el exceso de violencia siempre fue uno de los principales conflictos internos de Bruce Wayne.
La intención de darle vida al Batman de Frank Miller es noble pero no sé si cuadra demasiado en este universo de ficción.
Por otra parte, Gal Gadot que generaba tantas dudas, se adueñó por completo del personaje y la verdad que demostró ser una gran Mujer Maravilla. Cuando entra en acción la rompe y le da vida a la heroína que siempre conocí en los cómics.
No se puede decir lo mismo del lamentable papel de Jesse Eisenberg en el rol de Luthor que terminó siendo peor de lo que auguraban los avances.
A lo largo de film uno puede ver Batman Vs. Superman y otra película completamente diferente que interpreta el actor.
Luthor es un villano acartonado que por momentos está más cerca de los filmes de Batman de Joel Schumacher que del mundo ultra serio que concibió Snyder.
Intentaron darle complejidad al personaje y lo convirtieron en un payaso irritante que genera rechazo por la continua sobreactuación de Eisenberg.
No deja de ser una curiosa paradoja que en la serie Daredevil de Netflix, Vicent D´Onofrio ofrece una interpretación más cercana al verdadero Luthor de DC que esto que hizo Eisenberg.
Luthor no es el Guasón. Un detalle que aparentemente nunca entendieron los guionistas.
Se trata de un villano interesante que lograr ser un gran antagonista de Superman sin la necesidad de tener poderes sobrenaturales y acá se lo retrata como un psicópata trillado que parece salido de un serial de los años ´40 y carece de una motivación concreta para odiar a Superman.
De Batman Vs. Superman me quedo con algunos diálogos emotivos que tienen los protagonistas hacia el final del conflicto y la realización de algunas secuencias de acción que involucran a Batman que están bien logradas.
La película está plagada de referencias comiqueras que seguramente serán apreciadas por el público más fanáticos de estos personajes.
Batman Vs. Superman no me apasionó como hubiera esperado, teniendo en cuenta que era la primera reunión de estos héroes icónicos en el cine, pero es una película que merece ser disfrutada en la pantalla grande. Especialmente en el formato 3D que estuvo muy bien aplicado.
Creo que a medida que aparezcan otros directores que empiecen a trabajar estos personajes con una visión que se aleje del mundo depresivo de Zack Snyder, el universo DC en el cine empezará a cobrar forma con matices más interesantes.