Basada en hechos reales

Crítica de Sebastián Manestar - Cinéfilo Serial

Desde Francia y sin volver a pisar suelo norteamericano, Roman Polanski sigue haciendo películas a los 84 años. Filmó “Basada en hechos reales”, adaptación de la novela de Delphine de Vigan, que cuenta con guion del gran Olivier Assayas (“Personal shopper”, 2017). Actúan Emmanuelle Seigner, actual esposa de Polanski, y la impactante Eva Green.

Delphine (Seigner) es una sensible y atormentada novelista de éxito, paralizada ante la idea de tener que comenzar a escribir una nueva novela. Su camino se cruza entonces con el de Elle (Green), una joven encantadora e inteligente. Elle comprende a Delphine mejor que nadie, y pronto se convierte en su confidente. Delphine confía en Elle y le abre las puertas de su vida. Pero ¿quién es Elle en realidad? ¿Qué pretende? ¿Ha venido para darle un nuevo impulso a la vida de Delphine o para arrebatársela?

Roman Polanski ha demostrado que no perdió ni su estilo ni su capacidad de manejar la psicología y los temores femeninos en la pantalla. De más está decir que no está a la altura de sus formidables films como “Chinatown”(1974),”The Pianist”(2002) o “Rosemary’s Baby”(1968), pero el director polaco ofrece moderados y efectivos destellos propios de un realizador de su tamaño. Fiel a sus maneras, Polanski, tal como hizo en “Repulsion” (1965), explora los límites entre lo real y la imaginación, los laberintos mentales y la locura. También reflexiona sobre los procesos creativos, la disyuntiva de utilizar hechos reales en las propias ficciones y el debate del verdadero oficio del escritor.

La mano del guionista Assayas se percibe en la guerra psicológica de desgaste entre las dos mujeres. No obstante, encontramos que en el tercer acto se derrumba un poco, debido a que las piezas del rompecabezas se conectan forzadamente, sacándole oscuridad al relato.

El elenco está bien, pero la aparición de la talentosa Eva Green carga con la película, cada escena en la que está se lleva todas las miradas. La fotografía esta cuidada pero bella, y la banda sonora ayuda a crear tensión.

Los giros de la trama se ven venir, pero las interpretaciones y la ambientación oscura logran redondear una aceptable película, pero no más que eso, emparentándose con los títulos menores del director polaco.

En definitiva, Polanski sigue en el ruedo con buenos films, pero que no pasan de eso, por la poca profundización de la trama. Nos encontramos con una correcta película sobre la distorsión de la realidad a cargo de uno de los especialistas en la materia.