Barry Seal: sólo en América

Crítica de Paula Caffaro - Subjetiva

Barry Seal: Sólo en América, de Doug Liman
Por Paula Caffaro

Tom Cruise se pone en la piel de Barry Seal, el piloto norteamericano quien, tentado por la codicia, se cargó la creación de uno de los centros más poderosos de narcotráfico del mundo, el Cartel de Medellín. Entre Jorge Ochoa y Pablo Escobar, por un lado y el Gobierno de los Estados Unidos por el otro. Y fue Seal el que tuvo que aprender a manejarse entre drogas, armas y una serie de códigos inéditos.

Basada en una historia real, Barry Seal: Sólo en América, narra de forma retrospectiva y en primera persona, la historia de Barry Seal un piloto comercial norteamericano que se ve tentando a comenzar una poderosa ruta de narcotráfico entre Estados Unidos y Sudamérica poniendo en riesgo no sólo su vida, sino la de toda su familia.

Con grandes escenas de acción mezcladas con un toque de comicidad en guiño con la audiencia qué, definitivamente conoce cómo fue la historia, el film se sucede de forma rítmica y entretenida a lo largo de sus casi dos horas de duración. Recurriendo a efectos típicos de la época que representa (fines de los setenta, principios de los noventa) como los videotapes, los radares analógicos, los teléfonos públicos y el pager, la película se destaca en lo que a formas se refiere.

Por supuesto, la historia es atractiva, sobre todo como recurso para intentar reconstruir algunos fragmentos del pasado que colaboran para comprender los hechos del presente, en especial la figura de Pablo Escobar y la astucia negligente de su cartel, pero también la de un gobierno tan poderoso como el de los Estados Unidos.

Cruise cumple bien su rol e interpreta a Seal de forma verosímil, tal vez alejado de sus latiguillos típicos, el papel protagónico le sienta más que bien. De todos modos, Doug Liman, el director, no se privó de rodar algunos planos emblemáticos en los que resaltan la fisonomía del querido Tom y sus hermosos ojos verdes.

Acción, un poco de historia y dos horas de Tom Cruise en pantalla grande. No es la película del año, pero tampoco está tan mal.

BARRY SEAL: SOLO EN AMÉRICA
American Made, Estados Unidos, 2017.
Dirección: Doug Liman. Intérpretes: Tom Cruise, Domhnall Gleeson, Sarah Wright, Jesse Plemons, Caleb Landry Jones y Lola Kirke. Guión: Gary Spinelli. Fotografía: César Charlone. Música: Christophe Beck. Edición: Andrew Mondshein. Diseño de producción: Dan Weil. Distribuidora: UIP (Universal). Duración: 115 minutos.