Bañeros 4: Los rompeolas

Crítica de Gabriela Avaltroni - Función Agotada

Bañeros 4: Los rompe(*)olas

La Selección pasa a la final en el Mundial el día de nuestra independencia. Un día después se estrena Bañeros 4: Los Rompeolas.

Baneros_4_EntradaNo voy hablar de futbol porque Función Agotada es una página dedicada al cine, a los estrenos cinematográficos que todos los jueves renuevan nuestra cartelera local. Pero les puedo asegurar que me encantaría poder escribir con orgullo y pasión sobre esta película ya que su primera versión coronó una época.

Hace unos meses atrás cuando se reestrenó Los Bañeros más Locos del Mundo, digitalizada y con algunas escenas en 3D, fui con la emoción de revivir el cine de ese momento. Todos los gags funcionaban a la perfección y la sala completa de gente seguía divirtiéndose a carcajadas adelantándose a los remates de cada chiste.

No quiero justificarla porque también tiene sus errores técnicos pero es una película que nunca decae, porque verlo a Berugo vestido de He Man no tiene desperdicio.

En esta cuarta entrega nada se parece a su original -si éramos ocho en la proyección éramos muchos-.

Bañeros 4 formada por Iudica, en su mala imitación a Los Tres Chiflados (palabras mayores); Peña, agua; Granados, se la pasa comiendo fruta durante toda la película (si es un chiste no remata nunca); Freddy, más agua. Podría seguir así con el resto de las “participaciones especiales” como la de Karina Jelinek que intenta -claro que no le sale- imitar a Adriana Brodsky en el papel de La Bebota de Olmedo. ¿O esta chica siempre es así?

Bañeros 4: La decadencia
Futbolísticamente hablando, Bañeros 4 no tiene en su reparto a ningún Mascherano que logre una buena escena. En su versión del ´87 se notaba el cartón, la peluca corrida, el cable cruzado; en esta nueva todo es berreta. Estoy en contra de los acuarios y las piruetas que deben hacer los animales para ganarse un trozo de atún y lamento muchísimo que hayan expuesto a los animales del Aquarium a modo de relleno. Pero cuando ellos aparecen son lo mejor de la película, los verdaderos artistas que “actúan”.

Bañeros 4: Los Rompeolas, tiene la habilidad de no respetar nada ni la continuidad ni la posición de la cámara, con una desprolijidad absoluta los planos le cortan los sesos a los que aparecen como si fuera un bloque del programa Sin Codificar.

Para televisión… que siga el Mundial!