Bandido

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

El segundo largometraje de Luciano Juncos fue la película seleccionada como la apertura del BAFICI 2021 al mismo tiempo que logró un estreno limitado en algunas salas comerciales. El film protagonizado por Osvaldo Laport, no trae nada nuevo al universo de «personajes en decadencia en busca de alguna motivación» pero logra construir un relato prolijo, bien encarado y de aquellos que complacen al público con sus fórmulas ya probadas.

El largometraje se centra en la vida de una estrella de la música popular conocida artísticamente como Bandido (Laport). Un día durante una de sus giras por el interior del país, el cantante manifiesta su cansancio y una crisis profesional ante su representante que busca seguir exprimiendo económicamente a su artista. Estancado, viviendo melancólicamente del pasado y el éxito alguna vez alcanzado, Bandido atraviesa por una situación inusitada que lo hará rencontrarse con viejas amistades y con un propósito que probablemente lo encause nuevamente en un camino para reencontrarse consigo mismo.

La película dialoga mucho con la sugerencia y las cuestiones insinuadas, algo que en esta época de relatos comerciales que buscan sobreexponer las temáticas de las obras para brindar un entretenimiento vacío y pre digerido, se agradece bastante. La ficción y la realidad entrecruzan sus caminos con este paralelo entre Bandido y Laport, que a sus 64 años ya no goza del éxito que tuvo en el pasado como galán de telenovelas y producciones televisivas. Es por ello, que resulta ser una decisión acertada en cuanto al phisique du role, y que a nivel interpretativo se lo nota lo suficientemente contenido como para cumplir su tarea de forma más que atinada. Sí, hemos visto infinidad de veces la historia del artista en busca de la segunda oportunidad, la redención o incluso una nueva motivación que dé algún indicio de lo que alguna vez fue, y «Bandido» probablemente no haga la diferencia en ese aspecto, pero sí lo logra en contar una historia pequeña, pero de forma eficaz, con un conflicto bien planteado y con un personaje sólidamente definido. Probablemente nos vengan a la mente muchos relatos similares, e incluso en el ámbito nacional tenga más de un punto de contacto con «El Último Elvis», pero «Bandido» se destaca por su falta de pretensiones y por sugerir esa melancolía con sutileza, apelando a la emotividad del público sin golpes bajos, aunque puede que sí con algún toque demagógico (pero bien intencionado) en cuanto a su trasfondo social en su segunda mitad.

«Bandido» fue la película seleccionada para la apertura del 22° BAFICI y se puede ver de forma online hasta el día de hoy.