Balada triste de trompeta

Crítica de José Luis Cavazza - La Capital

La nueva "balada" bizarra de Alex de la Iglesia parece decir que el amor, a veces, puede detonar una locura aún mayor que la propia guerra. O mejor: una víctima de la guerra puede desatar una sangrienta carnicería tomando como excusa una historia desgraciada de amor. El filme arranca en 1937 con el payaso tonto reclutado a la fuerza por los milicianos en plena Guerra Civil y su hijo viéndolo todo desde atrás de sus anteojos. En los 70, el hijo, siguiendo el camino paterno, entra a un circo como el payaso triste y así arranca una historia compartida entre dos payasos apocalípticos, enfrentados por el ambiguo amor de una bailarina. Una mezcla de novela gótica, comic de humor negro y gore. Una arriesgada propuesta no apta para todo público y con 20 minutos finales donde el lado más salvaje hace explotar a todo por el aire.