Balada triste de trompeta

Crítica de Carlos Folias - Puesta en escena

¿Qué clase de payaso sos?

El film de Alex de la Iglesia, con un recorte muy especial, retrata las barbaridades del franquismo sin concesiones y con payasos que no causan ninguna gracia.

La película de Alex de la Iglesia empieza bien arriba y mantiene un intenso clima hasta el final utilizando todas las herramientas para provocar y sorprender al expectador.

Madrid 1937. Un niño junto a otros aplaude la rutina de dos payasos, uno de ellos es su padre, el “payaso tonto” en una notable actuación de Santiago Segura (Torrente - El día de la Bestia...) Las risas de los niños se entrecortan y contrastan con el ruido de las bombas que viene del exterior. Tras el estallido de la guerra civil española las tropas rebeldes de Franco entran en Madrid y el ejército popular republicano reclutará a cualquiera que pueda sostener un arma para enfrentarlo incluso a los payasos. Las risas deberán esperar y el horror se abre paso.

Desde la pantalla, los tambores y el flamenco marcarán el ritmo de una etapa nefasta para España y para el mundo en una sucesión de imágenes que a modo de cambalache discepoliano juntará la belleza con el horror, la piedad con la muerte y como en una galería de mounstruos desfilarán los de ficción (el hombre lobo, Frankenstein) junto a otros tristemente reales Hitler, Mussolini, Franco...

El niño se quedará solo ante un mundo que no entiende. Sin haber conocido a su madre y con su padre preso crecerá en un mundo hostil y será un payaso como lo fue su padre y su abuelo.

- ¿Qué quieres ser de mayor? ¿quieres ser payaso?
- Pues claro, como tú, como el abuelo, como todos.
- ¿payaso tonto?
- Sí, el que hace reir a los niños
- No, es mejor que seas payaso triste
- ¿porqué?
- Porque has sufrido demasiado. Hijo, tu nunca vas a tener gracia. Nunca has sido niño. Desde pequeño te has enfrentado con la muerte. Tendrás que ser un payaso triste, el que lleva la caja grande y el saxofón pequeño, el que acompaña al gracioso, el que le ríe los chistes...

Los primeros quince minutos del film han servido de introducción en el contexto histórico que dará fundamentación a la historia y que marcará su desarrollo.

Madrid 1973. El cine tiene la ventaja de poder viajar en el tiempo con una simple técnica de montaje. Y así, el niño (Javier) ha crecido con sus conflictos y mandatos paternos incorporados y con la guerra civil española, la segunda guerra mundial y otros horrores de adultos incorporados en su cuerpo y mente.

Como “payaso triste” (excelente trabajo de Carlos Areces) ingresará a un circo que como metonimia de la sociedad reproducirá sus miserias y facetas mas terribles. Ahí conocerá a Sergio, el “payaso tonto” que hace reír a los niños, un violento y siniestro personaje en la piel de Antonio de la Torre y a Natalia, una espléndida trapecista a cargo de Carolina Bang.

Alex de la Iglesia utiliza todos los elementos a su disposición para poner en pantalla imágenes contundentes. Desde el guión en adelante todo está destinado a conmover al espectador. La fotografía (Kiko de la Rica) y la música orquestada y dirigida por Roque Baños colabora en la construcción de los climas con gran eficacia. No faltarán canciones emblemáticas para la época como las escritas por Palito Ortega, Rafaela Carrá e interpretadas por Marisol y otros. Mención especial para Raphael interpretando “Balada de la trompeta”.

Un acertado trabajo en la dirección de actores logra destacadas actuaciones en general y especialmente en sus protagonistas con algunas escenas memorables.

Balada triste de trompeta es un film tremendo como la época en la que se halla encallado.