Bad Cat

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Este filme de animación de origen turco es una traslación de un comic de mucho éxito en su país, hace dos décadas atrás.
No se entiende muy bien la razón de su estreno, nada hay que llame la atención, o seduzca al publico. Por el contrario, tan efusivamente quiere instalarse antes que presentarse como políticamente incorrecto que termina por cruzar la línea del mal gusto, transformándose en promiscuo y escatológico.
La historia por su simpleza tampoco ayuda demasiado, el personaje principal. Serafetin, es un gato que profiere insultos y palabras soeces como único discurso,. El tono de todo el texto esta regido por el desarrollo de éste personaje violento, misógino, antipático, desagradable, por momentos realmente hosco.
Una mezcla mal constituida, nada equilibrada entre el gato de la TV Garfield (de imagen hay bastante concordancia) y “Fritz, el gato” (1972), con aires de querer hacerse por momentos el Tarantino, la violencia a secas sin el justificativo que le imprime a sus textos el director de “Pulp Fiction” (1992). En otros momentos intenta, sin lograrlo, emular a Sam Peckinpah tratando de estilizar las acciones, pero nunca se acerca al lirismo del director de “La pandilla salvaje ” (1972).
Serafetin vive con un humano bueno para nada, que subsiste por la supuesta caridad de una tía que se cansa y lo echa del departamento por falta de pago del alquiler mínimo que le cobra, lo cual implica en la vida del gato tener que buscar otros horizontes o conseguir el dinero.
La vía más rápida y fácil cree que es la de lo ilegal, el hurto, el engaño, todo es posible, al ser un filme de animación esta permitido que lo fantasioso se mezcle con el terror de los muertos vivos y el amor filial como sexual. Da para todo, una catarata de estímulos híper impulsivos como para mantener la atención del espectador, y lo que logra es que el mismo solo desee que termine de una buena vez, pues todo lo que sucede no impide que el texto sea extremadamente previsible.
Entre todos los temas que avasalla está la explotación por parte del poder, la pobreza, la desocupación, la intolerancia, la discriminación, el deseo, el amor, la paternidad, la amistad, nada con buen pulso ni tino.