Bacurau

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

Kleber Mendonça Filho, que venía de sorprender a la crítica con sus dos trabajos anteriores, «Sonidos Vecinos» (2012) y «Aquarius» (2016), esta vez une fuerzas con Juliano Donelles para traernos «Bacurau», un peculiar e interesante film que busca reflejar la demagogia reinante en la política brasilera (o incluso Latinoamericana) y la desigualdad social presente en la región. El resultado es más que logrado y no sorprende que haya obtenido el premio del jurado en el pasado Festival de Cannes.

El largometraje nos cuenta la historia del pequeño poblado del título que en un futuro cercano (no se nos da ninguna referencia del año, pero por la tecnología se supone que no estamos muy adelante en el tiempo) pierde a su figura matriarcal, llamada Carmelita. Mientras que los lugareños lloran su pérdida, en los días siguientes comienzan a darse cuenta de que el pueblo desaparece de los mapas locales, que el camión cisterna que les traía agua es vandalizado, que un par de extraños drones sobrevuelan la zona y que una familia es asesinada en su hogar. Al mismo tiempo, Tony Junior (Thardelly Lima), el alcalde de Serra Verde, la zona a la que pertenece Bacurau, llega al pueblo para hacer campaña y buscar la reelección. Esta figura corrupta e inescrupulosa fue la que anteriormente construyó una represa que dejó al vecindario sin agua, razón por la cual el camión cisterna tiene que hacer 6 km todos los días para transportarla. Tony llega con un camión repleto de libros usados que descarga en el suelo (como una alusión directa al desprecio de la cultura) en modo de donación, así como también varios alimentos y bebidas para la gente, con el agregado de unos medicamentos que según Domingas (Sonia Braga), la única doctora de la zona, es un peligroso fármaco que aletarga a las personas y no las deja pensar con claridad (¿alguien dijo controlar a las masas?). Al poco tiempo de irse, llegan unos extraños forasteros que parecen tener malas intenciones, pero lo que no saben es que el pueblo de Bacurau está listo para pelear.

La obra de Kleber Mendonça Filho se presenta como una mezcla atractiva de géneros con elementos de la ciencia ficción, del western e incluso algunos toques del terror o el cine de explotación. Un film que apela tanto a la reflexión como al entretenimiento y que pone bajo la lupa a las promesas vacías de la política latinoamericana. Esa mixtura entre género y denuncia es uno de los aspectos más logrados del guion escrito por los mismos directores. Incluso también está muy bien trabajado la edificación del suspenso en torno a qué es lo que está pasando en el pueblo para ir avanzando hacia un clásico enfrentamiento final de proporciones épicas. Quizás, uno de los problemas del film es que busca seguir a un enorme grupo de personajes y por momentos no logra hacernos conectar con todos o incluso comprender sus trasfondos y/o motivaciones. No obstante, con el correr del relato esa cuestión comienza a superarse al agruparlos como un todo frente a la amenaza externa.

«Bacurau» es un relato novedoso dentro de la cinematografía brasilera y probablemente latinoamericana en general, que se nutre de un cúmulo de buenas ideas, de un compromiso total de sus intérpretes y de un trabajo de guion sólido que compensa algún que otro desajuste o confusión momentánea. Un film relevante que se aleja un poco de los films anteriores de Kleber Mendonça Filho pero que nos deja con ganas de seguir viendo más películas de este director.