Bacurau

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Luego de sorprender al mundo con Sonidos vecinos y Aquarius, Kleber Mendonça Filho filmó Bacurau, película en la que aparece como codirector su habitual colaborador Juliano Dornelles. Se trata de una ambiciosa apuesta que mixtura elementos propios de las tradiciones y leyendas populares brasileñas con otros ligados a la ciencia ficción, el western, elslasher, el gore y una fuerte alegoría política a tono con estos tiempos.

El film también combina actores no profesionales de la zona de la región desértica de Rio Grande do Norte con figuras emblemáticas como Sonia Braga y el alemán Udo Kier, quien lidera en la ficción a una banda de sádicos mercenarios extranjeros.

Entre el cine de Emir Kusturica y el de John Carpenter, con algunos pasajes que remiten aMad Max (aquí también hay una disputa por el agua) y momentos en la línea del Cinema Novo de Glauber Rocha, Bacurau resulta una película potente en el terreno narrativo y visual (extroardinaria la fotografía de Pedro Sotero), tan provocadora como incómoda en su mirada de la lucha de clases y por el dominio de las tierras, aunque por momentos no demasiado sutil (ver el personaje del alcalde corrupto) y algo afecta al subrayado. De todas formas, Mendonça Filho y Juliano Dornelles nunca pierden la brújula y terminan construyendo una fábula fascinante y demoledora sobre un futuro cercano que, quizás, casi sin darnos cuenta, ya llegó.