Azul el mar

Crítica de Marcelo Cafferata - Lúdico y memorioso

Una pareja y sus tres hijos emprenden el descanso familiar veraniego hacia la costa atlántica, más precisamente tendrán sus vacaciones en Mar del Plata, como típico proyecto de vacaciones en familia en un verano que será revelador.

En una de las salidas familiares, en esos paseos por el centro después de la cena, mientras los chicos se entretienen en los video juegos, Lola (Umbra Colombo) le anuncia a su marido, Ricardo (Beto Bernuez) que le han ofrecido un nuevo trabajo. Primeramente él reacciona con asombro, le resulta extraño que ella no le haya mencionado esa propuesta con anterioridad y elija ese espacio para contárselo; luego aparece -como una reacción casi automática- una respuesta a la que seguramente ella temía y por lo cual dilató el momento de contarlo: una vez más Lola se siente postergada e incomprendida.

“AZUL EL MAR” describirá ese proceso íntimo y personal que atraviesa Lola en esa búsqueda interior de la mujer que quiere ser, y a pesar de que el vínculo con su marido aparenta cierta estabilidad –sobre todo sostenida por el amor y el cariño con que ambos se relacionan con sus hijos-, nada de lo que él le diga o pueda demostrarle, ninguno de sus intentos por ir rescatando la pareja le parecen suficientes.

La ópera prima de Sabrina Moreno (quien además de dirigir se encuentra a cargo del guion) construye con solidez una película que pone el acento en los climas, en los momentos, en las vivencias más allá de una estructura narrativa clásica. De esta forma, va y vuelve temporalmente en la historia y elige no aportar demasiados datos concretos sobre Lola para permitir, que a través de ciertas señales y algunas líneas de diálogo, podamos ir construyendo parte de su mundo interno y de lo que le está sucediendo. Moreno no intenta subrayar ningún aspecto en particular de esta mujer completamente en crisis, sino que la acompaña dándole el tiempo necesario para que transite por todas esas emociones encontradas y atraviese un momento de decisiones profundas.

El contacto con la naturaleza (que no se ve representada solamente por el mar, la playa y la arena, sino también por un bosque en donde además sucederá un hecho decisivo que quizás sea el factor que acelera ciertas decisiones de Lola) y el ritmo diferente a la rutina que imponen las vacaciones, le permiten tomar distancia y ratificar en los pequeños hechos, lo que ella ya venía percibiendo en esa relación, aun cuando su marido insiste en rescatar y valorizar los buenos momentos compartidos y supone que todo lo que está ocurriendo no será más que una tempestad pasajera.

La figura de Umbra Colombo en el rol de Lola, conecta perfectamente con esa sensación de melancolía y tristeza por un final omnipresente que habita en la protagonista y que atraviesa toda la película. Pero, al mismo tiempo, el estilo que imprime la actriz a su personaje impone una cierta distancia, un tratamiento algo frío y apartado de esa emocionalidad que no logra aparecer totalmente en el relato que, por el contrario, prefiere navegar por aguas más imprecisas.

Hace algunas semanas con el estreno de “Camping” de Luciana Bilotti asistíamos a la descomposición paulatina y el final de una pareja, también en un tiempo de vacaciones y de descanso, pero sobre todo vivenciado a través de los ojos de la niña protagonista, es decir el desmoronamiento percibido desde la mirada de la hija. En el caso de “AZUL EL MAR” si bien los hijos son testigos silenciosos de lo que está ocurriendo entre sus padres, el movimiento es más imperceptible y más subterráneo, y Sabrina Moreno pone el eje de la historia en el proceso personal de Lola, que tienen una presencia casi excluyente.

Luego de su paso por el último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, esta ópera prima que bucea en el universo femenino, explorando el verdadero deseo más allá de las ataduras y los mandatos familiares, podrá verse dentro del ciclo de Jueves Estreno en la pantalla de www.cine.ar/play.

POR QUE SI:
«Describe el proceso íntimo y personal que atraviesa la protagonista en la búsqueda interior de la mujer que quiere ser»