Azor

Crítica de Sebastián Valle - Revista HUSH

En Azor, hay dos maneras distintas de hacer lo mismo, y una sola funciona. Yvan es un cuerpo entumecido bajo la apariencia de sobriedad y diplomacia; Keys es una fuerza carismática que entendió los códigos de una aristocracia decadente, y ahora es un fantasma. Dos banqueros suizos en su viaje al centro de la última dictadura argentina, al mundo cerrado del palco en el hipódromo, el campo terrateniente y el lujo vencido con pileta en el jardín. Un guion inteligente, construido sobre lo no dicho, un gran fuera de campo hecho de enigmas, pistas falsas y rumores contradictorios, que forman un relato subterráneo en el que se mueve un hombre de negocios en su tour de force por los miedos y angustias de una elite que ha perdido el monopolio del saqueo, el control de las víctimas de la represión.