Aventurera

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Todo por un sueño

Una de las revelaciones del últimos Festival de Mar del Plata llega al circuito alternativo porteño.

El debut del marplatense Leonardo D’Antoni en el largometraje lleva por título Aventurera, pero bien podría llamarse "Todo por un sueño". Llegada desde Colombia un tiempo atrás (nunca se especifica cuándo), Bea está dispuesta a cualquier cosa con tal de convertirse en actriz. Incluso a acostarse con un productor televisivo que ocasionalmente presencia los ensayos de su grupo teatral.

Claro que la búsqueda del éxito conllevará una serie de daños colaterales (la pérdida de su trabajo como cuidadora de ancianas, el incipiente romance con un compañero, la camaradería con su compañera de cuarto) que en principio Bea está dispuesta a asumir, hasta que finalmente empezará a darse cuenta de que las cosas no son como esperaba.

Con un protagonismo absoluto de la también coguionista Mélanie Delloye, a quien D’Antoni toma mayormente en planos cerrados, Aventurera es un retrato de iniciación que, a la manera de La vida de Adèle (hay una cierta similitud física entre Delloye y Adèle Exarchopoulos), registrará progresivamente las aristas constitutivas del personaje central, acompañándola a largo de todo el camino.

Sobre el final, cierto tono moralista y el sometimiento de Bea a varias situaciones destinadas a adoctrinarla le quitan méritos a un film que, sin embargo, marca un loable primer paso para D’Antoni. Como en el fútbol, nada mejor que debutar llevándose tres puntos de local en el último Festival de Mar del Plata, donde ganó el premio DAC a Mejor Dirección.