Ausencia

Crítica de Jonathan Plaza - Función Agotada

Del terror y la melancolía

"La muerte es misericordiosa, ya que de ella no hay retorno; pero para aquel que regresa de las cámaras más profundas de la noche, extraviado y consciente, no vuelve a haber paz." Howard Phillips Lovecraft

Ausencia está en realidad más emparentada con su título original, Absentia. Más allá que se refiera al término "In Absentia" con el que se define a la salvedad burocrática de dar por muerta a una persona que lleva desaparecida algunos años, este emparentamiento se da por el clima tanto literario como nostálgico que presenta el film y que en ese carácter lo acerca a la lengua latina.

El film en cuestión a diferencia de muchos otros de similar procedencia no oculta en ningún momento su carácter de película independiente. El presupuesto es bajo y el director Mike Flanagan siendo consciente de esto no deja que se convierta en limitación. Algo tan obvio como tener consciencia de las limitaciones presupuestarias no lo resulta tanto en la mayoría de los films de terror en similar situación y (parecería a propósito) ahí es donde empiezan a aparecer malos efectos digitales que no sólo incluyen fantasmas, monstruos, demonios o lo que plantee el argumento de turno sino además explosiones y disparos hechos en Adobe After Effects y cualquier espectacularidad que puedan imaginarse. Flanagan (por suerte) va por otro lado. Por debajo de una premisa típica se transita la idea de la no aceptación de la realidad. Dos mujeres que a su manera no pueden dejar atrás su pasado, una lo hace de manera consciente atormentada por la culpa y la otra prefiere mentirse a sí misma. El hombre (un detective) cuyo esquema positivista no le permite aceptar la realidad.

Ausencia es una película pretenciosa, es verdad, sin embargo la pretensión no siempre es mala, de hecho, si este film no lo fuera seguiría los errores antes señalados en busca de un entretenimiento tan válido como fugaz. El terror no funciona aquí de forma convencional, el fuera de campo es enorme, quizás tan grande como el universo de H.P Lovecraft, incluso planteada la forma material de la entidad encargada de las desapariciones el film deja abierta la puerta para toda una cosmogonía de seres intraterrestres que desvelaron a la humanidad desde su origen. Aun así es importante recalcar que este terror es más bien una excusa para retratar un drama, es por eso que la cinta durante su metraje transita varios géneros con una organicidad que hace reflexionar sobre si existe o no una línea que los separe. Gran parte de este aspecto tienen que ver con la dirección y edición de Flanagan que podría catalogarse como correcta aunque a veces es demasiado formal (se evita meterse en problemas en estos aspectos) y en la fotografía que mantiene una melancolía abrasadora.

Las actuaciones son otro punto positivo del film (algo extraño en su clase ya que lo primero en donde se sienten los recortes presupuestarios suele ser en las actuaciones), no tanto así los diálogos que con su estética de no-ir-a-ningún-lado a veces resienten una trama que posiciona el terror en las tópicas aristas del olvido, la muerte y la vuelta del pasado no siempre con la efectividad que pretende.

En conclusión Ausencia es un film que funciona mejor dentro del suspenso, el terror psicológico y el drama. El espectador que busque sentir miedo, sobresaltarse o buscar un divertimento con amigos o pareja probablemente salga desilusionado. El que apunte a este film buscando ese plus que a veces otorga el cine independiente se va a encontrar con un film de tintes literarios que propone una nueva manera de concebir el terror.