Atrevidas

Crítica de Brian Macchi - Fancinema

UN INTENTO

La comedia negra es un género que en estos últimos años ha sido explorado con mayor frecuencia por los cineastas argentinos. La conjunción entre lo solemne y lo cómico es un reto importante, que requiere de una gran precisión, aunque los nuevos directores se animan a tomar ese riesgo. Un ejemplo de esto es Atrevidas, dirigida por Matías Tapia y Carlos Piwowarski, donde Ana es una acompañante terapéutica que mantiene un romance secreto y culposo con Leo, el novio de su mejor amiga, Dolo. La cuestión empeora cuando Dolo, luego de ser abandonada por su pareja, se instala en la casa de Ana. Un vecino indeseable, una vecina pesada e indiscreta y un policía inexperto se suman para una serie de enredos donde las mujeres deberán superar las traiciones y rivalidades para salir de la situación y recuperar su amistad.

Con elementos quizás ya vistos en otras producciones, el film se las arregla para contar una historia medianamente entretenida y dinámica. A pesar de ser prolija en su narración, nunca llega a impactar o causar alguna sensación, quedándose a mitad de camino en su cometido. Sin ser una obra pretenciosa, no logra sobresalir ni sorprender, quedando como un trabajo pequeño que nunca logra tomar el vuelo necesario para destacarse.

Atrevidas posee correctas labores técnicas en dirección, fotografía y sonido, como también una aceptable tarea del elenco. No obstante, algunos tramos que tienen cierta reminiscencia televisiva, tampoco suman a una historia que nunca llega a crecer. En definitiva, se celebra el intento por querer bucear en un género particular y distinto, que requiere sapiencia para su realización. Y esta vez no fue más que eso, un intento.