Atrapada

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

Fantasmas, asesinos y desórdenes mentales

Luego de su paso por la serie de TV Master of Horror, en la cual dirigió dos capítulos, la genial Imágenes del horror (Cigaret’s burns, 2005) y Pro-Life (2006), John Carpenter vuelve al largometraje con Atrapada (John Carpenter’s The Ward, 2010), una película menor que si no fuera por la mano del maestro del terror pasaría desapercibida.

La sexy Kristin (Amber Heard) ingresa a una institución mental en la década del sesenta. En ella, sin recordar nada de su pasado, si quiera como llegó hasta allí, será acechada por horripilantes experiencias junto a las demás pacientes del psiquiátrico. Su lucha por fugarse se complementará con su esfuerzo por comprender que es lo que está pasando.

John Carpenter es un maestro en generar climas. La atmosfera creada en Atrapada mediante la música original (creada por Carpenter en colaboración con Mark Kilian), los movimientos de cámara y planos cerrados, es claustrofóbica, inquietante y abrumadora. Es el 60% de una película con una gran vuelta de tuerca final que no tiene nada de novedoso a esta altura del partido.

Sin embargo, el escatimo de información (eso sí no es merito del director sino de los guionistas Michael Rasmussen y Shawn Rasmussen) sumado a los climas mencionados del maestro del terror, hacen del film un entretenimiento digno para la media de lo estrenado comercialmente.

Atrapada es de esos films que hay que esperar hasta el final para comprender lo sucedido, final que no vamos a develar aquí pero si recomendaremos prestar suma atención a los indicios.

El director de Noche de brujas (Halloween, 1978) ha regresado, y con Atrapada da una clase de cómo utilizar las herramientas del género para producir miedo, aunque no estemos frente a una gran película.