Atómica

Crítica de Eliana Moyano - Estrelladas TV

Hay varias cosas que me gustan cuando veo una película: cuando están bien editadas o tienen mucho de videoclip, cuando hay mujeres pateando traseros y sobre todo cuando transcurren en los años ’80. Pero no, todas las películas de los ochenta, sino las actuales que tienen un trabajo de ambientación.

Me gustaría encontrar alguna explicación técnica de por qué esa década me resulta tan atractiva. Supongo que se debe a que nací en esa época, a la nostalgia que me da, a los vestuarios coloridos, los peinados, la música. En fin.

“Atómica” está situada en 1989 tiempo antes de que caiga el muro de Berlín. La mayoría del film transcurre en un caótico y pintoresco Berlín, en el preciso momento en que Alemania estaba dividida en dos.

La fotogénica Charlize Theron es Lorraine Broughton, una espía (nivel experto, pero me quedo corta) del MI6, que tras el asesinato de un “colega”, viaja a Berlín para cumplir una múltiple misión. Una es recuperar una lista en donde figuran todos los espías encubiertos que trabajan en Berlín oriental y otro desenmascarar a un doble agente.

Allí se unirá con David Percival (James McAvoy), un agente atípico que se mueve por la ciudad como pez en el agua.

Basada en la novela gráfica The Coldest City, la fotografía tiene mucho de comic, así como los personajes.

Algunos verán el uso de la música ochentosa, un tanto abusivo, porque realmente hay música por todos lados, sin embargo, para mí ese cóctel de imagen, música y colorinche hicieron un film desde lo visual y sonoro, increíble de ver.

Impecable la dirección de David Leitch, en donde da clases de cómo filmar escenas de peleas.

Una de ellas es la gran pelea en la escalera, en donde Lorraine destroza a los enemigos en un plano, que visualmente parece secuencia, pero que fue grabado por partes.

Por momentos la historia se torna un tanto confusa por la cantidad de giros, mezclados con un montón de cosas que pasan alrededor. O quizás porque cada fotograma es como una foto y uno se queda como “wooow”… y sin más, se pierde.

Atómica, es una gran excusa para ir al cine: acción, piñas, mujeres con power y los ochenta.