Atlántida

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

¿Podemos hablar de un nuevo fenómeno llamado Nuevo Cine Cordobés? Quizás sea demasiado pronto para encuadrarlo de este modo, pero en los últimos tiempos arribaron varias producciones provenientes de esa provincia y que tienen como punto en común (pese a ritmos, timing, y géneros dispares) retratar la idiosincrasia propia del lugar.
En ese ámbito hallamos Atlántida, ópera prima de Inés Barrionuevo, nombre que en lo sucesivo puede llegar a dar que hablar.
El argumento es de por más sencillo, dos hermanas, adolescentes, una dejándolo de ser, Elena y Lucía, habitantes de un pequeño pueblo del interior.
Elena, la menor, espera que le saquen un yeso, se siente encerrada. Lucía, aguarda para entrar a la Universidad, y en verdad, para poder huir del pueblo.
Están metidas dentro de la casa, Elena está molesta e interrumpe a su hermana. Se nota una cierta rispidez.
Luego, el espectro se amplia, y las chicas van a salir a conocer el afuera. La menor se relaciona con un médico, lógicamente mayor que ella; y Lucía hará su propio viaje de autodescubrimiento. Hay otros tópicos, otras relaciones y aristas; pero ahí está todo, entre estas dos hermanas que gritan libertad.
Atlantida vuelve sobre aquello que conocimos como Nuevo Cine Argentino, ahora en un ámbito rural.
Barrionuevo hace uso de una cámara curioso, entrometida, es por eso que sobreabunda la cámara en mano. Observa los movimientos, los movimientos, los gestos. Todo es pequeño y minimalista, quizás importa más lo que no se diga que lo que se exprese en el habla.
Planos cercanos, que también dan una idea de falta de aire, y esa idea del interior queriendo conocer cómo es la vida fuera de sus fronteras de pueblo.
Si Atlántida no llega a brillar es quizás por cierta falta de ritmo, un estancamiento propio de un hecho que se resuelve rápido y se ve como una anécdota por más que suceda durante la década del ’80 (lo cual no le aporta demasiado al sustento).
Es un film pequeño, curioso y por momentos simpático; pero hay una idea de potencialo para mucho más.
Mucho de su carisma se lo aportan sus actrices, Melisa Romero, Florencia Decall y Sol Zavala, acompañadas con solvencia por el experimentado Guillermo Pfenning. Las chicas poseen brillo propio, resplandecen y se les augura muchísimo futuro.
Para amantes de la introspección, Atlantida es un film que si no sorprende, como mínimo entraga un grato momento, un instante en una tarde de verano.