Assassin's Creed

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Dentro de las generalidades de la ley, las adaptaciones del mundo de los videojuegos a la pantalla grande no han sido demasiado exitosas. Hay sí una franquicia que ha sobrevivido a la experiencia ("Resident Evil") y no mucho más. En esta oportunidad, Ubisoft lleva al cine al juego ícono de la compañía (que incluso posee una serie literaria sobre el tema) con relativa suerte, al menos desde la intención y algunos logros que merecen destacarse sobre el resto de los intentos anteriores de otros juegos que no tuvieron demasiado éxito ("Warcraft", "Hitman", "Silent Hill", "Need for Speed", sin ir más lejos).
Lo primero que hay que decir es que Michael Fassbender se involucró mucho en la película. No sólo desde lo actoral, donde protagonizó la mayor parte de las peleas cuerpo a cuerpo, sino que produjo y hasta editó segmentos del film, merced a su buena relación con el australiano Justin Kurzel, director de la cinta.
Este protagonismo le da fibra y consistencia a "Assassin's Creed" y logra que a pesar de los desniveles narrativos y ciertos vacilaciones en el guión, la película se ofrezca como un aceptable entretenimiento visual.
La historia no sigue linealmente a ninguna de las entregas de los videojuegos, y plantea el conflicto eterno entre los Templarios y el credo de los Asesinos. Desde esta visión, los primeros bregan por el control de las masas y su subordinación y los segundos, por el libre albedrio. Esta lucha ha sido una constante a lo largo del tiempo y ámbos bandos son enemigos a muerte, siendo los templarios quienes detentan el mayor poder logístico de la contienda.
Cal Lynch (Fassbender) es un asesino condenado que muere por inyección letal en las primeras tomas. Su pasado lo liga al credo (es descendiente directo de un asesino de gran importancia en la historia, Aguilar) y cuando despierta se encuentra atado enuna camilla, en un cuarto junto a Sofía (Marilion Cotillard), responsable de un proyecto novedoso que podría cambiar el destino de la humanidad.
La ciencia busca respuestas y ha dado con él, Cal ahora le pertenece a una corporación privada cuyos fines es descubrir la manera de pacificar los excesos del hombre "y encontrar la paz". Para ello, buscan un artefacto ("La manzana del Edén"), que tiene el ADN del libre albedrío y podría significar el control del mundo, en manos expertas. La funcdación está dirigida por el Doctor Rikkin (Jeremy Irons) quien es un importante caballero Templario.
Una vez que Cal accede a entender algo de este proceso, es enviado, en sucesivas misiones, por medio del Animus, a la España del siglo XV en la piel de su antecesor, a buscar la preciada manzana, cuyo paradero se ha perdido en la noche de los siglos. Este dispositivo es buscado también por la inquisición española con firmeza, lo cual invita a las intensas batallas que el film ofrece.
Los debates sobre el tratamiento moral acerca de cómo se controla la humanidad, están presentes a lo largo de la cinta. También hay secuencias donde lejos de la lucha, se juegan temas que parecen ofrecer aristas más existenciales, aunque no todas están bien logradas.
Para reforzar la apuesta, el cast ofrece momentos interesates con dos grandes actores en secundarios estratégicos, Bredan Gleeson, Michael Kenneth Williams y Charlotte Rampling, todos correctos en sus participaciones.
"Assassin's creed" intenta en todo momento ir más allá de lo que ya su público potencial conoce del conflcto. Dibuja una traza moral y juega a intentar que tomemos partido, desde la decisión y el oficio actoral que destila el elenco, sólido y confiable. A eso hay que sumarle una gran espectacularidad en las escenas de combate (la del escape de la quema en la plaza de Aguilar y su compañera es fantástica), y una coordinación de stunts notables. No hay demasiada CGI y sí mucho trabajo de acrobacias, lo que le da a la película, aquello que la gente va a buscar a sala.
A otro nivel, Fassbender y su director intentan todo el tiempo que los personajes se consuman en su fuego interno, cuestión que no logran dada la manera en que secuencian la edición. A cada misión, hay momentos de debate y reflexión, proceso que interrumpe la buscada progresión dramática y terminan justo a mitad de camino entre un producto bien hecho y una obra personal descollante.
Más allá de eso, la cinta es un válido intento de ampliar el universo de una franquicia. Podrá tener sus lados débiles (el entrelazamiento con la historia pura en esa España convulsionada, la manera en que el Animus funciona, la poca participación de secundarios), pero estoy seguro que el esfuerzo de hacer algo diferente a lo tradicional en el género, valió la pena. Suma.