Así habló el cambista

Crítica de Sebastián Manestar - Cinéfilo Serial

La codicia, la oscuridad del humano y los límites de la moralidad siempre tuvo lugar en las producciones audiovisuales, casi siempre mostrando el fracaso del sueño americano. Pero pocas veces se vio esta temática en el contexto político picante de Uruguay y Argentina, en las décadas del ’60 y ’70. El cine sirve como herramienta de retrospección política y social, como método de aprendizaje y como memoria.

Humberto Brause es un hombre que se lanza furiosamente a la compra y venta de moneda apoyado por su suegro, un veterano en el negocio de la fuga de capitales. Su único objetivo es la acumulación de plata, un cambista sin escrúpulos, que se enreda con gente peligrosa y poderosa que lo llevan a situaciones límites.

Protagonizada por el genial Daniel Hendler, Dolores Fonzi, Benjamín Vicuña y Luis Machín. El uruguayo Hendler sobresale dentro del elenco, con unos dientes postizos que por momentos lo hacen irreconocible. Se encuentra en un registro pocas veces visto: oscuro, con una toxicidad masculina que repele y unas emociones muy complejas. El reparto sigue con una esposa fría, calculadora y poderosa, interpretada por la talentosa Dolores Fonzi. Benjamín Vicuña está correcto y Machín se destaca en su pequeña participación.

La película está a cargo del uruguayo Federico Veiroj, que ya dirigió cuatro películas: “Acné”, “La vida útil”, “El apóstata” y “Belmonte”. En esta ocasión, con un guión exquisito adaptado de la novela del mismo nombre de Juan Gruber.

Vale la pena aclarar que “Así habló el cambista” será la apuesta de Uruguay para obtener una nominación a los Premios Oscars 2020 y por el nivel tiene posibilidades de quedar en la terna de la Academia.

La película tiene cosas de Scorsese, en especial de “Goodfellas” o “The Wolf of Wall Street”, donde los extremos de la moralidad se ven borrados para dar paso a una ferocidad por la plata, ya visto muchas veces. También están muy bien representados los negocios turbios de las dictaduras latinoamericanas de la década del ’70 con los capitales financieros. Dentro de este marco político, toca también temas como: mirar para otro lado frente a la injusticia, la masculinidad tóxica y la responsabilidad de nuestras decisiones.

Gran thriller dramático con momentos de una tensión disfrutable. Actuaciones magistrales como la de Daniel Hendler, un soundtrack que atrapa (Mozart y Bach) y una cinematografía pocas veces vistas en el cine rioplatense.