Asfixiados

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Es un film que tiene un envoltorio lujoso y un corazón oscuro. La producción del filme de Luciano Podcaminsky con cuatro autores de guión (Alex Kahanoff, Andrea Marra, Sebastián Rotstein y Silvina Ganger) primero parece apuntar a la descripción de un matrimonio de vida muy acomodada, con una residencia ostentosa, coche de alta gama y unas prontas vacaciones en una embarcación carísima. Todo apunta a pintarlos como gente de clase media que avanzó en sus negocios hacia una riqueza que los ocupa y preocupa. Mientras están en tierra ya se avecina el conflicto, él un adicto al trabajo, ella dueña de un restorán y sueños prontos a concretar que no se atreve a comentarle a quien es su marido por 25 años. Con una pareja de amigos se embarcan para pasarla bien y todo se pondrá al descubierto en un espacio donde no hay escape. Cuando la belleza del mar y los momentos idílicos se espesan, lo que parece una comedia dramática se encamina hacia las raíces del conflicto. El chanta que construye castillos en el aire al borde de la quiebra, un ser tan reconocible en nuestra sociedad, la mujer que postergó demasiado sus sueños. Frente a una tormenta real y metafórica tendrán que decidir si los une el amor o el espanto. Grandes trabajos de Leo Sbaraglia y Julieta Díaz en un argumento que por momentos vacila pero luego se encamina.