Asesino Ninja

Crítica de Andrés B. Pohrebny - El rincón del cinéfilo

“Ninja Asesino” narra la historia de Raizo (Rain), uno de los mejores asesinos del mundo. Fue un niño de la calle que se ha transformado en una máquina entrenada por el Clan Ozunu, una sociedad secreta que se cree que es un mito. El asesinato de uno de los amigos de Raizo por el mismo Clan hace que él huya y desaparezca. Ahora el espera el momento indicado para la venganza. En Berlín, la agente de Europol Mika Coretti (Naomie Harris) ha descubierto una pista que demuestra que los asesinatos políticos tienen vinculación con asesinos del Lejano Oriente. Desafiando las órdenes de su superior, Ryan Maslow (Ben Miles), Mika investiga más a fondo para saber la verdad detrás de los asesinatos. Este descubrimiento la convierte en un blanco del Clan Ozunu que envía a los y asesinos tras ella liderados por el letal Takeshi (Rick Yune), para silenciarla para siempre. Raizo salva a Mika de sus atacantes, pero ahora él sabe que el Clan no descansará hasta que ambos sean eliminados.

Ante esta sinopsis el final de la historia puede imaginársela sin esfuerzo quien disfruta de esta línea de producción cinematográfica.

Un guión rutinario sin mayor preocupación por el entramado ni la elaboración de los personajes, donde los diálogos carecen de gravitación en la progresión narrativa, y ni que hablar cuando se nos pueda ocurrir analizar a los personajes. Ese es el endeble, y olvidable, basamento para una realización que no aporta nada particular para ser recordada.

Eso sí, desborda en acción por la acción merced a una desatada violencia salvaje y primitiva, lo que deriva en una catarata de sangre. Se destaca un gran despliegue de luchas sometidas a una rigurosa coreografía nada original, pero efectiva, animada por excelentes acróbatas. Técnicamente los mayores aportes profesionales devienen del equipo de trabajo de cameraman y compaginadores.

Es el segundo largometraje del cineasta australiano James McTeigue, quien debutó con el relato futurista “V de Vendetta” (2005), sin olvidar que en el 2007 codirigió con Oliver Hirschbiegel “Invasión”. Tiene antecedentes como asistente de producción en varios emprendimientos desde 1987, para luego, 1991, encontramos su presencia como asistente de director en una decena de título, y una participación como director de segunda unidad.