Argo

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

En una doble responsabilidad como intérprete y director, Ben Affleck propone con Argo, su tercer opus como cineasta, una pieza completamente distinta a las anteriores. No caben dudas que uno de sus aciertos en este terreno es su capacidad para encontrar historias potentes que además, detalle importante, son sumamente cinematográficas. Lo cual parece desmentir aquellas dudas que afloraron hace cerca de quince años atrás acerca del gran guión que escribió junto a Matt Damon para En busca del destino.

Porque en su debut detrás de las cámaras, con la excelente Desapareció una noche, también fue co autor, narrando con calidad y sensibilidad una trama con sino trágico y vuelta de tuerca incluida que escapó al melodrama convencional. En Atracción peligrosa se animó al policial con derivaciones sociales y confirmó sus aptitudes, y ahora se propuso abordar un thriller político evocando sucesos reales. Y lo hizo con enorme convicción, inspirándose acaso,
especialmente por su ubicación temporal, en aquellos grandes films de Sidney Lumet, Alan Pakula o Arthur Penn, incluyendo algún toque de Costa-Gavras. El vibrante arranque de alguna manera compensa cierto favoritismo de la historia hacia las bondades de la agencia criminal CIA, que si bien en el film recibe un tono escéptico, forma parte de la esencia del relato. Tony Mendez (Affleck), pertenece a esa administración y es un especialista en rescates de
agentes en países en conflicto, y deberá ocuparse de regresar a seis empleados de la embajada de los Estados Unidos refugiados en la de Canadá, en los momentos más álgidos del régimen de Ayatolah Khomeini, decidido a liquidar todo estadounidense que tenga cerca, culpable o inocente. Su idea es simular ser parte de un equipo de filmación de una película estilo Star Wars, titulada como el film, para llevar a cabo una nada sencilla operación de rescate.

Las alternativas se desarrollan de una manera lúcida, apasionante y sin respiro en una Argo que, de paso, homenajea al cine. Y un elenco impecable redondea los valores de un film relevante en todos sus rubros.