Apurimac: El Dios que habla

Crítica de Susana Salerno - Impacto24

Mucho se propone a través de las imágenes que es otro de los personajes, seguida por su flora y fauna, el recorrido va por distintas locaciones, allí vemos como viven diferentes familias en medio de la cordillera peruana, con sus tradiciones, cultura y costumbres. Sobre escenarios naturales maravillosos, ellos realizan el trabajo de la tierra, cría de animales y hasta se unen todos para construir un puente “Qeswachaca” que desde su trenzado hasta el instalarlo genera al espectador una gran tensión. También existe un gran juego con los sonidos, lo sensorial y los hábitos. Algunos diálogos y descripciones de zonas se pierden por no tener subtítulos.