Apollo 18

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Actividad paranormal en el lado oscuro de la Luna

Apollo 18 nos va a contar una misión secreta llevada adelante por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos que consistía en envíar a tres astronautas a realizar un nuevo reconocimiento en la Luna. Lamentablemente para los tripulantes de la nave espacial lo que encontrarán en el lado oscuro del satélite no será para nada lo que esperaban.

Jugando como una especie de falso documental editado y "encontrado" en internet, Apollo 18 y su director Gonzalo López-Gallego intentan generar por medio de una supuesta puesta en escena filmada por sus protagonistas la máxima credibilidad posible sin tener en cuenta que para generar una obra que emule la realidad las imágenes deberían ser mostradas lo más fielmente posibles y no utilizando un proceso de montaje clásico que dote al film de un ritmo narratorio que no se condice con la idea de transmitir lo "ocurrido en la realidad". En ese sentido es una película mucho más honesta Actividad Paranormal 2, que ponía en pantalla secuencias (en exceso, es verdad) en las que no sucedía nada pero que favorecían a la emulación de la realidad que planteaba en su metraje la mencionada segunda parte de la obra promocionada por Spielberg.

En Apollo 18 hay cosas de Cloverfield, El Proyecto Blair Witch, Enterrado y la citada Actividad Paranormal, utilizadas para intentar llevar adelante una idea de realidad que termina siendo contradictoria con un film que abusa del montaje y actuaciones demasiado exageradas para conseguir plasmar el realismo que muestran las cintas que intenta utilizar.

Más allá de lo mencionado Apollo 18 consigue generar tensión y tiene secuencias de cierto dramatismo terrorífico, aunque aquí sufre de la ya clásica repetición de asustar por medio de efectos sonoros antecedidos por un pasmoso silencio, e incluso en la utilización del sonido también hay un terrible error por parte de su realizador al implementar una especie de música extradiegética compuesta por ruidos que vuelve a romper el concepto de realismo que intenta transmitir el film.

Apollo 18 parte de una premisa interesante y atrapante, aunque en la totalidad de su metraje jamás supo como llevarla adelante con la credibilidad necesaria que un falso documental que intenta emular la realidad necesita.