Aparecidos

Crítica de A. Degrossi - Cine & Medios

Están entre nosotros

En agosto de 2001 dos hermanos, Malena y Pablo, llegan desde España para firmar la autorización que permitirá a los médicos desconectar a su padre en coma de los equipos que le mantienen vivo, e iniciar los trámites de la herencia. Sin embargo algo le dice a Pablo que debe saber más acerca de ese hombre al que apenas conoció y de sí mismo; es cuando al hallar la Falcon Rural de su padre decide viajar hasta el lugar donde nació, en Río grande.
Tras convencer a su hermana de que lo acompañe en el viaje, inician la travesía y es luego de varios kilómetros que sucede una extraña situación que pondrá en manos del joven un diario privado, macabro, con fotos y una historia escrita, y otra por escribir.
Interesante desde lo formal, con buen manejo de los tiempos del género más una notable dirección artística, "Aparecidos" transcurre muy bien hasta pasada la primera mitad del metraje cuando el guión flaquea y la tensión se pierde en medio de una explicación algo torpe de lo que sucedio hasta entonces. A partir de ese momento sólo queda esperar una resolución que comienza a mostrarse sin sutilezas y donde la tragedia argentina iniciada en el gobierno justicialista de 1974, a través de la triple a, adquiere un lugar dentro de la trama que propicia la alegoría final y, tal vez, el mensaje deseado por el autor.
El director se dió el gusto de jugar con elementos reconocibles del género, y hasta de "homenajear" al primer Spielberg de "Duel" en una destacable escena del filme. Algo de "Destino final" sobrevuela a la historia, pero es justo decir que la profundidad pretendida por el director le otorga al filme un sentido menos pochoclero y más respetable.
La dupla protagónica trasunta buena química, con una destacable labor de Ruth Díaz y la sólidez de Pablo Cedrón y Héctor Bidonde. A pesar de ciertos puntos flojos del guión, "Aparecidos" pone saludable distancia de la solemnidad conque ciertos temas vienen siendo tratados en el cine argentino y pone el listón a considerable altura para quien quiera tomarlo e iniciar un nuevo camino, con originalidad y sentido del entretenimiento.