Ant-Man and The Wasp. El Hombre Hormiga y La Avispa

Crítica de Jesús Rubio - La Voz del Interior

El regreso del Hombre Hormiga es una apuesta certera por el humor, el entretenimiento y la acción.

Ant-Man and the Wasp es uno de esos raros casos en que la suma de las partes es más que el todo. Forjada en el detalle, en las pequeñas escenas y en esos breves momentos en que la comicidad pulveriza cualquier atisbo de solemnidad, la película dirigida por Peyton Reed se siente como una bocanada de entretenimiento fresco, sobre todo después del desconcertante drama propuesto por Avengers: Infinity War.

En esta segunda entrega del hombre menguante, nos encontramos con un Scott Lang/Ant-Man (Paul Rudd) a punto de cumplir su condena de arresto domiciliario. Para no aburrirse, Scott toca la batería, aprende magia y juega con su hija Cassie. Pero antes de quedar en libertad, el Dr. Hank Pym (Michael Douglas) y su hija Hope Van Dyne/Wasp (Evangeline Lilly) lo obligan a que los ayude a traer a Janet (Michelle Pfeiffer), mujer de Pym y madre de Hope, del reino cuántico, donde se perdió hace mucho tiempo.

Las subtramas que se abren con la aparición de personajes como Ava/Fantasma (Hannah John-Kamen) y el Dr. Bill Foster (Laurence Fishburne), más el personaje de Walton Goggins y los amigos de Scott, suenan a macguffin para hacer que todos emprendan una aventura de acción desopilante por las calles de San Francisco.

La Avispa encarnada por Evangeline Lilly tiene el carisma suficiente para complementarse con los dos hombres que la acompañan y conformar un trío con mucho humor y timing. También es destacable el equilibrio entre los personajes principales y secundarios, que logran llevar la trama a un ritmo trepidante.

Son las distintas formas que tienen los personajes de experimentar el tiempo y el espacio lo que le da a la película su rasgo singular. Además tiene el plus de destacarse en los detalles: la hormiga gigante que queda en casa en reemplazo de Scott, el vigilante Jimmy Woo (Randall Park), el momento de la vacuna de la verdad, el cameo revelador de Stan Lee o el personaje de Michael Peña, cuyas líneas están dichas con una precisión cómica inmejorable.

Si bien cuenta con una primera escena poscréditos tremenda, Ant-Man and the Wasp apuesta en todo momento por el humor y la ligereza, la acción y el entretenimiento a secas.