Año nuevo

Crítica de Ulises Picoli - Función Agotada

Chicle americano

Este tipo de películas corales no me atraen demasiado Y considerando que el director Garry Marshall (¿experto en coralidad?) había realizado con anterioridad Día de Los Enamorados (películas que no vi, y luego de Año Nuevo, no veré) no tenía demasiadas expectativas. Para ser sincero, no tenía ninguna. Debo reconocerle algo, cumplió con esas expectativas.

Esta historia donde se amontonan Hilary Swank, Katherine Heigl, Jon Bon Jovi, Ashton Kutcher, Robert De Niro (porque seguís en este derrotero Roberto!!), Abigail Breslin, Sarah Jessica Parker, Michelle Pfeiffer, Zac Efron, Jessica Biel, Sofia Vergara, etc, etc, etc, etcétera! es un despropósito. Una especie de caja de fin de año en donde meten turrón y sidra con una lata de atún y otra de palmitos. Una ensalada que solo sirve para el mercado americano. Porque este producto esta masticado y programado para ellos. Así de claro como que la historia tiene como epicentro la inmensa bola de Times Squire en Nueva York durante la celebración de fin de año. ¿Hasta que punto puede interesar fin de año en Nueva York? Hasta el punto que pueda contarse una buena historia. Eso no sucede.

El recorrido por todos los lugares comunes: descubrimientos personales (para que hacer algo durante 365 días si en 1 solo arreglamos todo), historias de amor, reencuentros familiares, el "perdón" y otras yerbas son sacudidos a puro edulcorante.

Parece dulce, no lo es.

Este producto lavado es un chicle que solo necesita de unos minutos para perder el sabor. De ahí en más tenemos que aguardar las resoluciones sabiendo que todo va a ser enseñanza, amor, felicidad. En clara intención de conmover tenemos tantas historias como clichés se deseen, el moribundo de fin de año, la frustrada que nunca cumplió sus sueños, el descreído de la celebración, el primer nacimiento del año, la mujer con el soldado en el frente, la madre con la hija rebelde. Un manual de autoayuda lleno de sueño americano en 118 minutos.

Hasta los títulos del cierre donde muestran los "errores" de la filmación son insulsos. Una película que intenta conmover y no lo logra, que desea hacer reír y no lo hace, que utiliza la palabra "magia" para repetirse comercialmente es algo para dejar pasar.

Aquel que este buscando este tipo de película no se sentirá defraudado. Porque debe haber público interesado en estas películas, eso deseo creer. Eso si, a mi no me cuenten.

Y si les gusta el cine, El Padrino sigue en cartelera.