Annabelle

Crítica de Leonardo González - Río Negro

Annabelle: Muñeca brava

El director James Wan tomó el trono vacante que existía de "El Rey Terror" gracias a las interesantes y efectivas películas que realizó en la última década: "El Juego del Miedo", "Dead Silence", "La Noche del Demonio" y "El Conjuro". Esta última tomó mucha más relevancia gracias a que se "inspiró" en hechos reales que vivieron Ed y Lorraine Warren, una pareja de investigadores de fenómenos paranormales.

El filme empezaba presentándonos a la pareja protagonista teniendo una conversación con tres amigos en donde les explicaban que tenían una muñeca que, entre otras cosas, aparecía en distintos lugares sin que nadie la tocara. El veredicto de los Warren era que la muñeca, llamada Annabelle, estaba poseída por una entidad maligna y se la llevaban a su hogar para que nadie se vea afectado por ella (ya metidos más en la historia tendría una pequeña escena tétrica con la hija de ellos). Hagamos un punto acá.

La muñeca real, es decir la protagonista verdadera de la historia que cuentan los jóvenes, era una Raggedy Ann -que es de trapo y no porcelana, con hilos rojos como cabello y nariz triangular- y es una de las más populares de la historia de Estados Unidos, tanto que en el 2002 ingresó en el Salón Nacional de la Fama del Juguete. Una de ellas le fue regalada en 1970 a una chica llamada Donna por su madre y junto a Angie, su compañera de cuarto, notaron estos fenómenos extraños que ocurrían en su departamento. En la actualidad reposa en el Museo de lo Oculto de los Warren y pueden conocerla entrando a la página oficial que tienen: www.warrens.net. ¿Ya les dio miedo?

El hecho es que la muñeca Annabelle de la película despertó mucho terror y curiosidad, y los realizadores no dudaron en hacer este spin-off de "El Conjuro" que funciona como precuela, ya que relata su historia. Y en el mundo de las malas ideas, hacer este largometraje se ganó un lugar de privilegio.

Mia (Annabelle Wallis) y John (Ward Horton) son una pareja joven espera su primer hijo. Ella es coleccionista de muñecas y, como su marido está a punto de recibirse de doctor y está algo "ausente", le regala una que ella estaba buscando a modo de resarcimiento.

Esa misma noche son atacados por un hombre y una mujer de una secta satánica y logran sobrevivir de milagro. Los atacantes mueren pero uno de ellos, una mujer, fallece con Annabelle en sus brazos y a partir de allí, por más que se mudan, eventos extraños empezarán a sucederse en su vida.

Desde que se anunció esta película se generaron muchas expectativas y era muy esperada. Pero "Annabelle" se presenta casi como un producto Clase B, sin el cuidado y el tratamiento que tuvo su antecesora.

Está claro que el elenco no tiene el mismo nivel actoral, ni el presupuesto es el mismo, pero el filme falla en que no logra generar la misma tensión, opresión o terror que "El Conjuro".

Se han hecho grandes obras con muñecos poseídos y "Annabelle" tenía todos los pergaminos para entrar en este universo, pero desperdiciaron una oportunidad importante. Salvo un par de cosas puntuales que son interesantes (la escena del ascensor y la de la escalera), lo demás es algo remanido y puro golpe de efecto que no sorprendena nadie.

Cualquier fanático del terror en busca de emociones fuertes y novedosas va a salir decepcionado, así que pueden quedarse con la tremenda campaña de prensa que da más miedo que el filme.

El único susto que podría generar este largometraje es que anunciaran una segunda parte. Ahí sí van a poder escuchar a este periodista gritar horrorizado.