AninA

Crítica de Hernán Khatchadourian - Diario Popular

Muy bien 10 (Felicitado)

Esta pequeña joya de animación uruguaya basada en una novela juvenil que tiene varios puntos en común con el público local divierte, emociona y llama a reflexionar sobre los prejuicios.

Muy en la línea de personajes para niños (y no tanto) como Mafalda, llega al BAMA AninA, una de esas pequeñas joyas de la animación artesanal que no cuenta con tanta tecnología como Disney /Pixar o Dreamworks pero le gana ampliamente en originalidad y argumento.

Por eso, mientras esas compañías han alcanzado un punto tan alto que ahora sólo les queda repetirse a sí mismas, AninA encuentra su base en la novela Anina Yatay Salas (2003) del escritor y dibujante uruguayo Sergio López Suárez que desprende no sólo ternura y diversión sino también la posibilidad de hacer que los chicos también reflexionen un poco sobre las relaciones humanas.

Anina es una nena de 10 años a la que sus compañeros conocen como la “nena capicúa” debido a la colección de palíndromos que figuran en su documento. A pesar de todo, ella es amiga de sus compañeros, con excepción de Yisele, una nena que ama los sánguches de mortadela y a la que ella se refiere como “la Elefanta”.

Lo cierto es que ambas no tardan en chocar en el recreo, y son llevadas a la presencia de la directora que les impone un castigo de lo más extraño: llevar un sobre cuyo contenido sólo conocerán el día que deban comparecer frente a ella.

Desde ese momento, Anina y su mejor amiga urdirán un plan para quitarle el sobre a la pérfida Yisele, sin imaginarse lo que descubrirán en el camino.

La película, obra del guionista Federico Ivanier y del director y dibujante Alfredo Soderguit (que además hizo las ilustraciones de la novela en su momento), es una aventura infantil hecha y derecha, que derrocha encanto y simpatía en cada escena. Pero además, llama la atención como Soderguit ha logrado tan buenos efectos de animación con escasos recursos pero una creatividad e imaginación que equilibran la ecuación.

La narración visual de la película está muy bien llevada a cabo, como si estuviéramos hojeando un libro de cuentos, con diseños de personajes que funcionan muy bien en la pantalla y con las interpretaciones de los sueños de la protagonista, que además de divertidos son originales, al materializar los pensamientos de una nena de 10 años.

Pero lo mejor de AninA es el mensaje que lleva a los chicos: la familia como el lugar de confort, las amistades como el refugio y la posibilidad de ver más allá de las apariencias.

La película, que es del 2013 y ya se presentó alguna vez en Buenos Aires, regresa a la ciudad dentro del programa del BAMA y estará disponible para ver hasta el martes.