Aníbal. Justo una muerte

Crítica de Alejandro Lingenti - La Nación

La historia de Aníbal Disanti es la de un hombre común. Sin embargo, esa biografía en apariencia gris y rutinaria tiene dos bisagras relacionadas con un deporte de alto riesgo y muy popular en la Argentina, el boxeo. En su corta carrera deportiva, este personaje simple, afable y recordado con cariño por los que lo conocieron ganándose la vida como cafetero en Plaza Francia, por caso, enfrentó en un ring al famoso José María "el Mono" Gatica y también a un boxeador ignoto y muy joven llamado Mario Storti, en un salvaje combate que lamentablemente terminó en tragedia. Una narración coral y bien hilvanada repasa las vivencias del Tano Disanti y consigue impregnarlas de drama, fatalidad, dolor y ternura. Un documental eficaz y emotivo.