Andrés no quiere dormir la siesta

Crítica de Jose Luis De Lorenzo - A Sala Llena

Calido film que narra la historia de una familia de padres separados en plena Argentina en época de la dictadura mililtar, vista a través de los ojos del hijo menor de tan solo 8 años, quien debe amoldarse a vivir con su abuela Olga (Norma Aleandro) tras la muerte de su madre en un accidente.

Su padre (Fabio Aste), muy recto, y abuela, distantes de los sucesos, sin tomar partido, haciendo la “vista gorda” a un clima que se conocía pero se decidía no hacer nada al respecto, toman su tiempo en educar “a la antigua” a los dos hijos del truncado matrimonio. El padre, con dificultad en el cierre de las heridas sentimentales, inclusive el conocer que su ex mujer había empezado una relacion con un simpatizante de movimientos revolucionarios, vuelca gran parte de sus problemas sobre el niño.

Dentro del barrio, funciona un centro clandestino de detención. Andrés intercambia diálogos con uno de los responsables, manteniéndose una relación que comienza a ser advertida por su abuela.

Presentado en proyeccion de HD en el Festival de Cine de Mar Del Plata, el film logra sus mejores momentos cuando el niño, Andrés, inocencia mediante, se encarga de resolver situaciones dignas a su comportamiento y edad.

La puesta en escena del film es pobre, asi como ciertas personificaciones y lugares comunes, un padre muy severo o un agente muy estereotipado dentro del centro de detención.

El film es la opera prima del realizador Daniel Bustamante, se destacan las ejemplares actuaciones del niño Conrado Valenzuela, Fabio Aste y Celina Font, quien es sus escasos minutos logra captar ese amor materno hacia sus hijos que luego los movilizará a lo largo del film.